(PD).- Todo ha cambiado para Rafa Nadal después de la lesión. No ha habido más remedio que sentarse y recapacitar, porque algo no funcionaba. O se cambiaba o el físico se iba al garete. Así que, visto lo visto y tal y como está Federer, Rafa y los suyos han decidido cambiar las prioridades, no sólo para esta temporada sino para las siguientes.
El pensamiento es: «ya he tenido el número uno, pues bien, ya está. Ahora interesan más los Grand Slam». Son los grandes torneos los que dan más gloria (y también puntos), así que se plantearán las temporadas en función de los grandes, aunque se dé un poco de lado la lucha por el número uno, que es la que hace que haya que disputar más torneos medianos y el cuerpo de Rafa lo acuse cuando llegan las grandes citas.
El número uno está complicado. Si gana Federer en Wimbledon se habrá perdido y recuperarlo va a ser muy difícil, porque hay que recordar que en breve a Rafa le quitarán los 800 puntos de los Juegos Olímpicos de Pekín. Así que mejor cambiar.
Y se empieza ya. Por eso el jugador y su equipo tienen ya casi cerrado el calendario de torneos que Rafa jugará de aquí a final de año. Mientras se recupera en su casa de verano en Menorca, él y su equipo han elaborado el plan, que, como se sabe, ha fijado el US Open como meta principal.
El español reaparecería en Montreal y seguiría en Cincinnati, US Open, Bangkok, China, Shanghai, París y el Masters de Londres. La única duda es saber si incluso volvería a las pistas un poco antes en algún torneo europeo de tierra, no porque quieran los médicos ni su equipo, sino porque tiene unas ganas locas de jugar.
El jugador está descansando en su tierra, pero al mismo tiempo sigue con la rehabilitación de sus rodillas: magnetoscopia, ejercicios de fortalecimiento, onda corta, es decir, lo que ya vino haciendo en Mallorca y Londres antes de volver a casa.
En el seguimiento diario está Rafa Maymó, su fisio, que sigue paso a paso la recuperación del tenista. Rafa descansa, pero no se ha ido de pesca (hay que madrugar demasiado y sólo lo hace en vacaciones), pero sí sale con los amigos y juega al golf de vez en cuando, si bien todo el día lo reparte entre el descanso y las cinco horas de rehabilitación.
