Noticia sin bomba… por Arcadi Espada

Noticia sin bomba... por Arcadi Espada

La llegada del hombre a la Luna ocupó, con mayor o menor relevancia, 18 portadas consecutivas del New York Times (20, si se cuenta la noticia asociada del viaje de la sonda Mariner a Marte).

Y se pregunta Arcadi Espada en su blog: ¿Pocas, muchas?

En el maravilloso libro The Complete Front Pages, que recoge todas las portadas del periódico entre 1851 y 2008, ningún otro acontecimiento tiene una relevancia gráfica (en el libro, digo) comparable. Lo que desmiente de inmediato y de modo contundente el adagio de que las buenas noticias no son noticia.

En el periódico hay serializaciones que duraron mucho más, naturalmente, como las guerras mundiales, la crisis financiera de entreguerras o la caída del comunismo. Pero no hay acontecimiento puro que pueda comparársele. Ni siquiera el magnicidio del presidente Kennedy.

Da miedo pensar en lo que sucedería hoy con un primer viaje a la Luna. Meses y meses de informaciones previas. Todas las columnas del periódico rotas. Twitters desde la Luna. La Luna misma hablando en rigurosa exclusiva.

Y miles de webs aclarando que nunca se llegó a la Luna y que todo se debe a una falsificación norteamericana. Esta imaginada apoteosis da qué pensar.

En primer lugar introduce la sospecha de que las cinco columnas con que los periódicos reaccionan a la posibilidad de que a un presidente provincial del sur de Europa le hayan regalado tres trajes de tergal, puede deberse a una novedad importantísima: no ya a la desaparición de los periódicos ni del periodismo, ¡sino a la desaparición de la propia noticia! Las Guerras Mundiales, la Revolución Rusa, el Holocausto, la Bomba Atómica, Kennedy, la Luna…

Si se buscan paralelismos actuales es fácil concluir que la noticia ya no es lo que era. Y es una irónica paradoja comprobar que la principal noticia de las últimas décadas es la creación de un espacio dedicado a la transmisión de conocimiento… y de noticias.

Es probable que la desaparición del Acontecimiento (y la correlativa necesidad de su construcción de infinitas columnas) sea un signo de la mejora del mundo. No news, good news, es otro de los mantras del oficio. Pero también ése puede discutirse. La evocación de la gesta de la Luna provoca una rara melancolía.

Hace cuarenta años que el mundo, globalmente considerado, no tiene una buena noticia comparable. Buena a secas; y no como la caída del Muro, resultado de una mala noticia previa. Una noticia de conquista y de aliento para el conjunto de la especie.

En la curación de las enfermedades, en la reducción de la violencia, en la extensión de los derechos y el conocimiento, el hombre da pequeños pasos cada día. Se echa en falta, sin embargo, el gran salto de la Humanidad.

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