Periodistas en cueros o cuando unos desnudan a otros: Erin Andrews, Pedrojota…

Periodistas en cueros o cuando unos desnudan a otros: Erin Andrews, Pedrojota...

La pieza, desternillante para los no citados, es de Javier Pérez de Albéniz, que se destetó periodísticamente en El Mundo de Pedrojota y anda ahora por el Soitu de Gumersindo Lafuente, también ex de Unedisa. Comienza citando a Ryszard Kapuscinski y su famosa frase: «Los cínicos no sirven para este oficio».

Dice así Javier Pérez de Albéniz:

La noticia más vista ayer en elmundo.es fue ésta: «Cazan desnuda a la reportera más sexy«.

Unos desaprensivos grabaron a través de la cerradura de la puerta de un hotel a Erin Andrews, conocida reportera de la cadena estadounidense ESPN, en el momento en que, desnuda, se peinaba. Inmediatamente después colgaron las imágenes en internet.

En ‘El Mundo‘ analizan el tema con la seriedad y rigor habituales: «Una violación de la intimidad de la periodista en toda regla», reza el texto que acompaña el vídeo con, vaya por Dios, las imágenes de Andrews en pelotas.

Hay pocas cosas más tristes que un periodista desnudo. Sin ropa, sin fuentes, sin google, sin excusas… Lo cierto es que en pelotas la mayoría de los periodistas pierden una barbaridad. Somos muy pocos los que, gracias sin duda a una genética prodigiosa y media docena de abdominales matutinos, resultamos aún más atractivos en bolas.

Por eso nada más leer la noticia, y ver las borrosas y miserables imágenes de la reportera tal y como vino al mundo, me acordé de otro periodista de élite «cazado» sin ropa: Pedrojota Ramírez.

¿Recuerdan su caso? Tiene ciertas similitudes con el de Erin Andrews… Cambien el sexo del protagonista, la cerradura de la puerta de un hotel por la cerradura de la puerta de un armario de hotel… ¿Qué pensará Pedrojota al ver el vídeo de Andrews en el periódico que dirige?

Pues le parecerá una gran noticia: no es él quién aparece desnudo en esas imágenes robadas, es otra persona. Fue Fernando Savater quien habló de la hipocresía como categoría moral. Ese repugnante fariseísmo que, sobre todo en tiempos de crisis, saca lo peor de la gente e inunda los medios de información de sumisos.

«Tal vez seamos antepasados, el gusano de papel que se está transformando en mariposa de luz, pero mientras las alas de la libertad fueron de papel ‘El Mundo’ estuvo en primera línea sin otra mordaza que el derecho de los lectores», escribía Raúl Del Pozo como cursi cierre de su columna de ayer, uno de los mayores ejercicios de onanismo y servilismo que recuerdo.

Ya han leído la frase de Kapuscinski: «los cínicos no sirven para este oficio». No sirven, pero insisten en ello, incluso con cierto éxito.

P.D.

El programa ‘Sálvame‘ (Telecinco) ha vivido uno de esos momentos que engrandecen la leyenda de la cadena: Pipi Estrada le ha pateado la cabeza a Jimmy Jiménez Arnau cuando éste se encontraba en el suelo. Lamentablemente la agresión ha tenido lugar en una pausa publicitaria, y no han podido emitir en directo la pelea. ¡Qué gran audiencia hubiesen conseguido esas imágenes, dignas de los mejores años del Bronx!

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