El Gobierno de Marruecos ha arremetido contra el periódico francés ‘Le Monde’ por las críticas de éste al secuestro de las revistas ‘TelQuel’ y ‘Nichane’ y ha reprochado que se le den al país lecciones sobre cómo actuar.
En un artículo publicado en el diario oficialista francófono ‘Le Matin’ y titulado ‘Lección inadmisible’, el portavoz y ministro de Comunicación, Jalid Naciri, se pregunta con qué derecho ‘Le Monde’ se permite increpar a Marruecos de tal manera y considera que «tanta violencia verbal nos deja sin voz».
Tras el secuestro de los ejemplares del mes de agosto de ‘TelQuel’, publicado en francés, y su versión árabe ‘Nichane’ por haber realizado en colaboración con ‘Le Monde’ un sondeo sobre el reinado de Mohamed VI, el periódico galo ha calificado esta semana desde sus páginas de «injuria al pueblo» y de «sorprendente ataque a la propia imagen de Marruecos» esa decisión.
Por estas afirmaciones del editorial de ‘Le Monde’ del lunes, Marruecos prohibió este martes que los ejemplares del diario francés que llegan diariamente al aeropuerto de Casablanca no pisaran suelo marroquí por un día, hecho que ha provocado que un portavoz del ministerio francés de Asuntos Exteriores «lamentara» la decisión marroquí, lo cual no ha hecho cambiar la postura del reino alauí.
«La verdad es que son el editorial en cuestión y la generalidad de los artículos de ese periódico los que prosiguen la vieja manía detestable de dar lecciones de decoro (…). Es eso lo que injuria al pueblo marroquí», defiende el ministro de Comunicación desde las páginas de ‘Le Matin’.
«Pensábamos definitivamente caducas esas prácticas despectivas y despreciables», ha declarado Naciri, para quien ese comportamiento proviene de una «concepción caduca de un periodismo mesiánico y dador de lecciones, desarraigado e inmodesto».
El portavoz se pregunta desde el diario marroquí sobre la legitimidad de que ‘Le Monde’ «juzgue las elecciones soberanas de los marroquíes, fruto de su evolución histórica», y denunció que «con Marruecos se permiten comportamientos inconcebibles con las demás monarquías europeas».
Naciri ha recordado, además, que el país «está irremediablemente comprometido en un proceso de edificación democrática que se hará dentro de la estabilidad institucional», y que «ni la sociedad, ni las instituciones tienen la voluntad de aceptar las burdas maniobras de los dadores de lecciones patentadas».
«Hay quien más allá de nuestras fronteras, durante más de 30 años, se ha dejado los dientes en el intento de desviar (a Marruecos) del camino que el país ha elegido», ha recalcado el ministro, al constar que «es hora de rendirse a la evidencia» de que el país es ya «una nación, un pueblo y un Estado orgulloso y estructurado».
Está previsto que los dos semanarios anteriormente censurados, las dos revistas más importantes del país, salgan a la calle con una tirada conjunta de 80.000 ejemplares, en la que se ha eliminado la encuesta sobre Mohamed VI, que ha supuesto la destrucción de la primera versión porque, según las autoridades, «someter a un debate público a la figura del rey es contrario al carácter sagrado de la monarquía».
