TDT de pago: La «basketball people» de ZP se frota las manos y el Grupo PRISA rechina los dientes

TDT de pago: La "basketball people" de ZP se frota las manos y el Grupo PRISA rechina los dientes

Legisla «a la carta» e igual que les dió a dedo la cadena de televisón por la que emite La Sexta, dejando con dos palmos de narices al Grupo ZETA, el «emperador» Zapatero ha otorgado a sus amigos Jaume Roures y compañía el decreto que autoriza la TDT de pago y se ha reido de los viejos dinosaurios prosocialistas del Grupo PRISA.

Desde los atentados del 11-M y su llegada inesperada a La Moncloa, una idea fija de ZP y su equipo -donde Miguel Barroso jugó un papel crucial– fue no heredar enemigos mediáticos y crear su propio grupo de comunicación.

Prueba de lo primero, ha sido durante estos cinco años el trato de privilegio que Zapatero, la vicepresidenta De la Vega y numerosos ministros han dispensado a Pedrojota Ramírez, director de El Mundo, a quien se ha dado preferencia informativa y hasta se ha facilitado que conserve la piscina ilegal que posee en Mallorca.

Lo segundo, más relevante, consistía en construir un entramado, paralelo al Grupo PRISA, que les permitiera tratar al Imperio Polanco como un «apéndice periodístico» y no como su «gurú» informativo.

Les quedan etapas, pero con el diario Público a su servicio, una cadena de televisión como La Sexta, productoras de televisión muy rentables, Imagina, Mediapro y otros instrumentos como Gol TV, controlado todo por el «militante» Jaume Roures, tienen ya una base sólida en la que apoyarse.

LOS DILEMAS DEL GRUPO PRISA

Como pasó les pasó a Asensio y los directivos de ZETA hace cinco años, Juan Luis Cebrian y los jefecillos del atosigado Imperio Polanco no saben que hacer. Hay quien propugna plantar cara al Gobierno socialista y hacerle pagar caro -informativamente- su prepotencia.

Otros, más asustadizos, sugieren que eso sería suicida, porque si la Cadena SER, el diario El País y Cuatro dejarán de darle leña al PP y de actuar como arietes mediáticos del PSOE contra Francisco Camps, Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy, su propio público les pasaría factura.

Sugieren estos hacer de la necesidad virtud y aprovechar el revés, para pedir al Ejecutivo ZP que les eche una mano con los bancos, presionando a estos para que sean pacientes y no intenten cobrar los 5.000 millones de euros de deduda que tiene el grupo.

Mientras tanto y tras una primera jornada en que hubo editorial flamigero y acusaciones gruesas al Gobierno Zapatero, la SER sigue a lo suyo -dar jabón al gobierno y palos a la oposición- y El País se limita a subrayar que los profesionales del sector están que trinan, por los perjuicios que les provoca el último capricho zapateril.

UN SECTOR CON DOS PALMOS DE NARICES

Tienen bastante razón. La regulación de la Televisión Digital Terrestre (TDT) de pago, a través de un real decreto ley aprobado por el Consejo de Ministros el jueves, se ha llevado a cabo de manera «precipitada» y perjudica a la industria española y a los espectadores.

La Asociación de Empresas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de España (Aetic) alzó ayer su voz contra la urgencia del Ejecutivo para poner en marcha la nueva modalidad televisiva y lamentó que la TDT de pago arranque de la mano de fabricantes extranjeros. Aetic cuenta con 3.000 asociados y representa a 300 grupos empresariales, entre los que figuran las multinacionales Grundig, Hitachi, Panasonic, Philips, Sanyo y Sony.

Escribe Rosario G. Gómez en El País que el presidente de la patronal de empresas de telecomunicaciones, Jesús Banegas, admite que la TDT de pago abre un abanico de innovaciones tecnológicas, pero su puesta en marcha «no se ha hecho de una manera reflexiva».

«La inexplicable precipitación del Gobierno excluye la posibilidad de que la industria española pueda desarrollar su propia tecnología», asegura.
Improvisación

Banegas cuestiona la improvisación del Gobierno y especialmente el hecho de que el Ministerio de Industria no haya elaborado normas con las características técnicas de los descodificadores para que sean abiertos, es decir, compatibles con todas las cadenas que opten por emitir en la modalidad de pago.

«Mientras no estén aprobadas las normas, nadie en su sano juicio se pondrá a fabricar descodificadores», afirma.

Ello conducirá, en su opinión, a que cada operador ponga en el mercado su propio sintonizador digital, algo que «no sólo va en contra del sentido común sino que convertirá las casas de los espectadores en ferreterías, con un montón de cacharros».

El descontento de los fabricantes contrasta con el milagroso «efecto dinamizador» que vende el Ministerio de Industria, dirigido por Miguel Sebastián.

Según sus cuentas, el impacto económico de la nueva televisión rondará los 5.000 millones de euros en los cuatro primeros años. Los principales beneficiados, según Industria, serán los fabricantes de descodificadores y de televisores con acceso a la TDT ya integrado (unos 2.600 millones).

Los radiodifusores, instaladores y distribuidores de la señal darán un bocado de 1.300 millones a este prometedor negocio, mientras que los productores de contenidos aumentarán su facturación en 750 millones. Y todavía quedarán otros 350 millones para los grandes distribuidores o las empresas de publicidad.

La regulación de la TDT de pago ha provocado malestar dentro del sector audiovisual. A las críticas del Grupo PRISA, que ha denunciado el «intervencionismo» del Gobierno y el incumplimiento del dictamen realizado por el Consejo de Estado sobre este asunto, se unen las de Telecinco.

Un portavoz de la cadena recuerda que el propio Consejo de Estado se ha pronunciado claramente a favor de que la TDT de pago se apruebe mediante una ley.

«Si ya forma parte del contenido de la Ley General Audiovisual que está en pleno proceso de desarrollo, ¿por qué hacerlo ahora y de esta manera? La respuesta nos lleva a pensar nuevamente en que es una decisión tomada en beneficio de intereses particulares y no para un óptimo desarrollo del sector que redunde a su vez en una mejor oferta para los espectadores».

Otros grupos se han apuntado con extraordinaria rapidez a la TDT de pago. La Sexta consagró ayer -24 horas después de que el Gobierno diera el urgente pistoletazo de salida- uno de sus dos canales en tecnología digital a Gol TV, dedicado íntegramente al fútbol de pago.

Cifras actuales

– Cobertura. El 95,09% de la población ya tenía a finales de mayo acceso a los canales nacionales de TDT (hay otros autonómicos y locales que no están en este cómputo).

– Audiencia. La cuota de pantalla de los programas recibidos por TDT era, en junio de este año, de un 35,3%. El consumo medio diario de TDT está en 123 minutos diarios por persona.

– Antenas. Ya hay un 69,2% de edificios con antenas adaptadas para recibir la TDT.

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