El Atlético de Madrid de Abel Resino le hizo caso a su presidente, Enrique Cerezo, y transformó el infierno del Spyros Louis en la antesala del cielo que adorna la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Un paso casi definitivo para ingresar en el Olimpo futbolístico, zancada ejecutada en la mismísima tierra de los Dioses. Salvo sorpresa grande, enorme, el equipo colchonero hará mejor dentro de una semana el buenísimo 2-3 con el que la expedición madrileña regresó a la capital de España.
Una victoria que fue firmada por tres auténticas obras de arte, nacidas de la inspiración de tres colosos colchoneros: Maxi, Forlán y Agüero. Inspiración ofensiva que también tuvo su oportuno contrapunto en la meta colchonera.
Asenjo sacó buena nota en su debut en la Champions a pesar de haber recibido dos goles, amén de otro anulado tras claro fuera de juego heleno.
No pudo hacer nada en las jugadas que finalizaron con alegría del ‘Pana’, pero hizo fruncir el ceño de los discípulos de Ten Cate en tan puntuales como importantes ocasiones.
El Atlético fue mejor que su rival, así de sencillo. Una afirmación que -sin recurrir al recurrente perogrullo- quedó reflejada en el marcador final del encuentro. Y lo fue, mejor, gracias a un trabajo de conjunto que le llevó a estar siempre un pasito por delante de su rival, en el juego, en la calidad y en el luminoso.
Trabajo de conjunto que no impidió el brillo de señalados discípulos de Abel, plasmado en goles de altísima altura. De esos que si los meten otros equipos (con más presupuesto y cobertura mediática) nos hartaríamos de ver en la TV, independientemente de cual fuese el ADN del canal.
Maxi, la ‘Fiera’, adelantó al cuadro madrileño en una jugada de mérito, tras pase en largo de Raúl García y asistencia de lujo de Diego Forlán. Un toque sutil que recogió el argentino para acariciar la bola y mandarla a la jaula. El de Rosario se quitó este verano el brazalete colchonero, un peso de encima que parece leestá dando alas en su juego, y que así siga.
Tras el sorprendente empate de Salpingidis, llegó en fuera de juego y en los primeros minutos de la reanudación, fue el uruguayo Diego Forlán el que sacó a pasear su ‘Bota de Oro’ para recoger un balón en la frontal, cambiar ligeramente su dirección, y mandar un zurdazo que Galinovic no pudo detener, aunque llegó a tocar la bola.
Y minutos más tarde fue Sergio Agüero el que decidió acaparar protagonismo marcando un tanto ‘made in Kun’. El argentino robó un balón en el centro del campo, se deshizo de un par de rivales y cuando enfilaba el área grande -por la parte izquierda del meta griego- lanzó un derechazo que sorprendió a todos, incluso a sus compañeros.
Era el 1-3 que dejaba claro que el favorito para meterse en la fase de grupos de la Champions no era otro que el Atleti. Con tres goles de los tres jugadores que más titulares se llevaron este verano, y no por sus méritos, sino por la posibilidad de abandonar un equipo al que ayer empujaron para regresar a la mejor Liga del mundo. Mejor, por el momento, imposible.
Letto, peliagudo y peligroso atacante griego, puso algo de emoción al encuentro gracias a un zurdazo ante el que poco -o nada- pudo hacer Sergio Asenjo, que estaba atento a todo menos a las telarañas de su escuadra. Era el 2-3 con el que finalizó el encuentro de ida de este ‘play-off’ de la Champions.
Hubo más ocasiones para uno y otro equipo, remozado el rojiblanco con un bullicioso Jurado, pero ese marcador no se movió e hizo justicia con lo que se vio en el olímpico terreno de juego.
