Detrás de los Mundiales siempre hay historias curiosas que vamos descubriendo a medida que destacan jugadores que hasta entonces no eran estrellas planetarias.
Un ejemplo es el de James Rodríguez, pichichi del Mundial por el momento con 5 goles, que a cuando tan solo tenía tres años fue abndonado por su padre, quedandose solo con su madre. Fue ella, Pilar Rubio, quien le crió y le ha acompañado en todo momento desde entonces.
Su madre ha estado muy presente en la vida de James y ahora, en Brasil, es una fija de las concentraciones y los desplazamientos de la selección cafetera.
«Esto es un sueño que no es sólo de James sino de toda la familia, él siempre luchó por esto y gracias a Dios se está cumpliendo y vamos por buen camino, con un sentimiento que no se describe, es algo loco, pues como dice mi hijo, aquí el Himno Nacional suena diferente», dijo Pilar en declaraciones al diario ‘La Opinión’ de Colombia.
Cabe recordar que James está casado con la hermana del portero de su selección Ospina con la que tiene una hija.