«Quiero pedir perdón», dijo Arjen Robben tras el Holanda-México de los octavos del Mundial, «cometí un piscinazo».
Gracias a la picardía de Robben, su selección ya está en cuartos de final. Sin embargo, ha tenido que pagar un precio muy alto, ya que el extremo ha sido duramente juzgado en las redes sociales.
«Esperas que te entren en falta, pero no hay que tirarse. Fue increíblemente estúpido por mi parte», explicó Robben al final del encuentro.