Gary Medel se disponía a firmar un autógrafo y el delantero le dio un bolígrafo que daba descargas.
El chileno iba a recibir un masaje del fisioterapeuta y su compañero le pidió que le firmara ‘un papel para un aficionado’. El bolígrafo tenía electricidad y Medel se llevó un calambrazo que desató las risas de los presentes.