La tarjeta amarilla se utiliza para indicar amonestación y la tarjeta roja para expulsión.
Dos amarillas en el mismo partido, entrañan la expulsión del jugador.
Las tarjetas se utilizaron por primera vez en la Copa Mundial de Fútbol de 1970 en México.
Duelen, porque sacan del campo a un jugador y suelen terminar alterando el resultado.
Entre las más famosas destaca la que le endiñaron a Zidane, durante la Copa del Mundo de Alemania 2006, por propinar un cabezazo al italiano Materazzi.
Era el último partido del galo y quizá debería haberse contenido, pero siempre ha argumentado que el italiano le dijo algo muy grave: «Me voy a follar a tu hermana».