ES LA SEGUNDA VEZ EN SU HISTORIA QUE EL EQUIPO DE NAVARRA LLEGA A UNA FINAL

Osasuna hace historia, silencia San Mamés y se mete en la final de la Copa del Rey

Un gol del pamplonés Pablo Ibáñez en el minuto 116 de la prórroga provocó la locura en los rojillos y el silencio de los vascos

Osasuna hace historia, silencia San Mamés y se mete en la final de la Copa del Rey
Osasuna hace historia, silencia San Mamés y se mete en la final de la Copa del Rey PD

El Osasuna, conjunto dirigido por Jagoba Arrasate, ha hecho historia.

El Osasuna es el primer finalista de la Copa del Rey, la segunda en su historia, gracias, en parte, a la falta de puntería de un Athletic muy fallón. A pesar de que el inició no empezó de la mejor manera, pues el partido se tuvo que retrasar 10 minutos más de lo previsto por incidentes con el autobús del Osasuna, el ambiente que se respiraba en San Mamés era de esos días importantes.

La Catedral era conocedora de que jugaban un papel fundamental para intentar lograr esa remontada (en la ida ganó Osasuna 1-0) que les llevaría, de nuevo, a una final de la Copa del Rey, su torneo favorito. Pero un chico de 24 años, Pablo Ibáñez, desbarató todos los planes del técnico local Valverde. Y silenció a toda una afición volcada con los suyos.

El encuentro empezó como se preveía. El Athletic apretaba arriba, motivado por su afición que no paraban de alentarlos, y con una presión que por momentos fue asfixiante para el Osasuna. Y de hecho, en el cómputo general del encuentro, los leones fueron mejores que los rojillos. Pero cuando fallas las que tuvieron, se paga caro.

Nico Williams, el pequeño de los Williams, fue el que más sufrió esta falta de acierto de cara a gol, y perdonó dos remates clarísimos que se fueron por encima de la portería. Su hermano, Iñaki Williams, fue el que adelantó a los suyos en la primera parte y puso tablas en la eliminatoria tras una segunda jugada en un córner, con un remate franco imparable para Sergio Herrera.

Tras varias ocasiones perdonadas por el equipo de Valverde, el partido se fue a la prórroga, donde nació el nuevo héroe de toda Navarra. Una volea de Pablo Ibáñez, el 19 del Osasuna, en la frontal metió a Osasuna en la final y silenció San Mamés.

Tras una jugada embarullada, en la que el Chimy Ávila pidió una mano del central bilbaíno Vivian, el balón le llegó a Moncayola que, con un toque y sutileza perfecta, puso un balón en la media luna del área para la llegada de Ibáñez. Nada más ver cómo se perfilaba para rematar ese balón, con el interior de su pierna derecha, se veía, no se sabe por qué, que iba hacia dentro.

La celebración de todo el Osasuna tampoco se aleja mucho de la preciosidad del disparo del mediocentro rojillo. El éxtasis invadió el córner de La Catedral, que era donde celebraron todos el gol y Osasuna, al igual que hace 18 años, está en la gran final.

Su rival saldrá del Clásico de este miércoles 5 de abril. Recordemos que en la ida el Barça venció en el Bernabéu por 0-1, en un partido donde Xavi pasó por encima de Ancelotti en la pizarra.

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