Con un doblete de Raphinha y un gol de Christensen que marcó la remontada, el Barcelona logró una victoria crucial en el Parque de los Príncipes (2-3), superando a un Paris Saint-Germain desdibujado, especialmente Kylian Mbappé, y asegurándose una sólida oportunidad de avanzar a las semifinales de la Liga de Campeones.
Bajo la dirección de Xavi Hernández, los catalanes ofrecieron una actuación de alto nivel, la cual ha sido poco común en los últimos años en Europa. Con gran personalidad y una defensa fortalecida, lograron dominar a un PSG que tuvo destellos de brillantez durante dos minutos, pero que no pudieron desmontar el sólido desempeño del Barcelona.
A pesar de los momentos difíciles, el Barcelona reaccionó de manera efectiva y detuvo la racha de 27 partidos invictos del equipo de Luis Enrique, mientras que extendió su propia racha a doce partidos sin perder desde que Xavi Hernández asumió el cargo, tras anunciar su partida al final de la temporada actual.
En un enfrentamiento que contó con la presencia de Ronaldinho, quien ha vestido ambas camisetas, y que los aficionados locales recibieron con música de «La Guerra de las Galaxias», fueron los jugadores del Barcelona quienes prevalecieron sobre el equipo respaldado por el imperio catarí.
A pesar de las expectativas de una batalla de egos entre dos equipos que abogan por el juego de posesión, fue el PSG quien tomó la iniciativa desde el principio, buscando avasallar a un Barcelona que mantuvo su compostura y se afianzó en su fortaleza defensiva, liderada por Pau Cubarsí.

