UNA VÍA DENUNCIADA Y MARCADA POR LA DESIDIA POLÍTICA

La trampa mortal de la A-52: la carretera donde murió Diogo Jota, bajo el foco por su peligrosidad

El accidente mortal de Diogo Jota en Zamora reabre el debate sobre el pésimo estado de la A-52, una carretera denunciada por su peligrosidad y olvidada por las autoridades

La trampa mortal de la A-52: la carretera donde murió Diogo Jota, bajo el foco por su peligrosidad
A 52 Carretera Agencias

Viernes, 4 de julio de 2025. La madrugada del jueves sumió a Zamora y al mundo del fútbol en un luto tan inesperado como indignante. Diogo Jota, delantero estrella del Liverpool y campeón reciente de la Premier League y la Nations League con Portugal, fallecía junto a su hermano André tras estrellarse su Lamborghini en el kilómetro 65 de la A-52, a la altura de Cernadilla. Un accidente que no solo ha dejado huérfanos a sus tres hijos y devastada a una afición, sino que vuelve a poner en el centro del debate el estado calamitoso de una carretera tristemente célebre por sus deficiencias y siniestros recientes.

Las primeras hipótesis apuntan a un reventón de neumático durante un adelantamiento como detonante del siniestro, una situación agravada —según testimonios y las propias imágenes del asfalto— por un firme plagado de agujeros, baches y parches mal ejecutados. El coche, fuera de control, se salió de la vía e inmediatamente ardió en llamas. Los servicios de emergencia solo pudieron certificar la muerte de los dos ocupantes cuando llegaron al lugar.

Una carretera bajo sospecha: denuncias, abandono y otro accidente reciente

No es la primera vez que la A-52 acapara titulares por motivos trágicos. Esta vía, que conecta Galicia con Castilla y León, ha sido objeto de reiteradas denuncias por parte de conductores, transportistas y vecinos desde hace años. El motivo: un asfalto desastroso, plagado de socavones y falta de mantenimiento, que convierte cada viaje en una ruleta rusa.

La indignación se agrava al conocerse que tan solo ocho días antes otro vehículo sufrió una salida de vía en el mismo tramo, dejando gravemente herida a una mujer de 60 años. Una coincidencia macabra que ilustra hasta qué punto el deterioro del firme es algo más que un simple malestar para los usuarios: es una amenaza real para sus vidas.

“Esta carretera está llena de agujeros. Se ha denunciado mil veces y nadie hace nada”, lamenta un transportista habitual de la ruta.

La gestión política tampoco sale bien parada. Bajo la responsabilidad actual del ministro Óscar Puente, la sensación generalizada es que ha primado la desidia administrativa sobre la seguridad vial. Los usuarios critican que las actuaciones se limitan a parches temporales mientras los tramos críticos siguen acumulando accidentes graves.

¿Qué falló? Las claves técnicas y humanas

Las investigaciones preliminares destacan varios factores:

  • Reventón del neumático: El Lamborghini sufrió una explosión súbita al intentar adelantar, lo que provocó una pérdida total de control.
  • Estado del firme: Baches profundos y asfalto irregular pudieron contribuir tanto al reventón como a dificultar cualquier maniobra correctora posterior.
  • Ausencia de barreras eficaces: Tras salirse de la vía, el vehículo quedó expuesto a incendiarse sin obstáculos efectivos para frenar su carrera ni facilitar una evacuación rápida.
  • Velocidad e imprudencia: Si bien los peritajes aún no han concluido, no se descarta que el exceso de confianza o la velocidad pudieran haber jugado un papel relevante.

Todo ello enmarca una tragedia evitable en uno de los tramos más denunciados del noroeste peninsular.

El precedente inmediato: otra víctima grave ocho días antes

El caso Jota no es un hecho aislado ni fortuito. Apenas ocho días antes, en este mismo punto negro, otro coche se salió del asfalto dejando herida grave a una mujer sexagenaria. ¿Casualidad o consecuencia directa del abandono institucional? En cualquier caso, ambos sucesos refuerzan las voces que exigen responsabilidades políticas y actuaciones urgentes para evitar más muertes absurdas.

Reacciones: conmoción e incredulidad en el deporte y la sociedad

Las muestras públicas de pesar han sido inmediatas:

  • Luís Montenegro, primer ministro portugués, calificó el día como “triste para el fútbol y el deporte internacional”.
  • La Federación Portuguesa solicitó un minuto de silencio antes del partido femenino contra España.
  • El Liverpool FC publicó un emotivo mensaje reconociendo su devastación.
  • En redes sociales, aficionados y compañeros lamentan no solo la pérdida personal sino también “el sinsentido” de morir por culpa del estado lamentable de una carretera europea.

¿Y ahora qué? Pronósticos entre escepticismo y exigencia

Pese a las promesas políticas habituales tras cada tragedia, los usuarios recelan de cambios inmediatos. Las previsiones son poco halagüeñas: salvo presión mediática sostenida o nuevos siniestros mediáticos, lo más probable es que todo quede en declaraciones bienintencionadas mientras los baches siguen marcando el ritmo mortal.

El sector asegurador ya alerta del impacto económico creciente por indemnizaciones derivadas precisamente del mal estado del firme. Apuestas no faltan: si habrá obras integrales antes del próximo invierno o si seguiremos sumando víctimas al listado negro.

Curiosidades sobre Diogo Jota, la A-52… y alguna paradoja más

  • Diogo Jota había celebrado su boda apenas dos semanas antes del accidente.
  • El tramo zamorano donde ocurrió todo fue objeto en 2023 de una campaña vecinal bajo el lema “Baches no matan… hasta que matan”.
  • El hermano fallecido, André Silva, era también futbolista profesional.
  • El Lamborghini implicado era uno de los vehículos más rápidos matriculados en España este año.
  • La A-52 ostenta uno de los ratios más altos de accidentes graves por kilómetro entre las autovías españolas.
  • En 2019 falleció también en carretera otro futbolista internacional lusófono: José Antonio Reyes.
  • La vegetación ardió junto al coche tras el impacto debido a la sequedad estival… pero Protección Civil sigue sin instalar cortafuegos efectivos cerca.
  • Los habitantes locales llaman al tramo siniestrado “el carril-bache”.
  • Tras cada accidente grave, las peticiones ciudadanas en Change.org aumentan… pero las obras suelen limitarse a rellenar agujeros con asfalto frío.

En definitiva: Zamora despide hoy a Diogo Jota entre lágrimas e impotencia. El fútbol pierde talento; los conductores suman miedo; las instituciones prometen… pero los agujeros siguen ahí.

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