Los últimos diez minutos fueron muy emocionantes, igualados, con intercambios de canastas
El Regal FC Barcelona acabó con su bestia Negra en el Martín Carpena, después de las últimas siete visitas a esta cancha, y venció al Unicaja en un partido con muchos errores, un tanteo bajo y que se llevó por su mejor juego.
Se enfrentaban los únicos invictos hasta estos momentos en la competición europea y fueron los barceloneses los que supieron administrar la superioridad en el juego interior y exterior.
En la Liga, el Unicaja, con sólo tres victorias, afrontaba a un conjunto azulgrana segundo con ocho triunfos y una sola derrota y unas estadísticas demoledoras, mejor ataque, mejor defensa, el mejor en mates, asistencias, triples y valoración.
El técnico del Unicaja, Aíto García Reneses, sorprendió con la inclusión en el quinteto inicial del pívot Guillém Rubio, que no había participado en los últimos encuentros y el comienzo del choque fue desdibujado y llevó al Barcelona una diferencia de 2-8, minuto 3.
No obstante y a medida que transcurrían los minutos, la defensa, el gran arma de los andaluces empezó a funcionar y a crea problemas, remontando el cuadro local, 9-8, minuto 6.
El conjunto azulgrana, liderado por el escolta Juan Carlos Navarro, mantenía su diferencia al superar en el rebote a los locales y al estar más acertado en el tiro exterior.
La máxima diferencia para los visitantes fue de 21-30, minuto 17, pero a partir de ahí se estancó, con muchos errores que los aprovechó el Unicaja con un parcial de 6-0 para reducir la ventaja 27-30.
El tercer periodo fue el más flojo por parte de los dos equipos, con muchos errores, defensas presionantes e igualdad, y un triple del alero checo Jiri Welsch, igualó el marcador 30-30, minuto 21.
El Barcelona sorprendido, quizás por su relajación, vio que su superioridad era el juego interior y envió una y otra vez balones al pívot senegalés Boniface N»Dong, que ayudó para conseguir una parcial de 0-8 y obtener una ventaja clara 30-38, minuto 24.
El Barcelona, a pesar de la superioridad no jugaba demasiado bien y el Unicaja tenía muchos problemas dentro de las zonas, aunque nunca daba por perdido un balón y la defensa le mantenía en el partido (37-40).
Los últimos diez minutos fueron muy emocionantes, igualados, con intercambios de canastas y con el alero del Unicaja Carlos Jiménez tirando del equipo, con dos triples 46-47, minuto 33. Pero la ilusión de un triunfo para los malagueños se desvaneció y el Barcelona, superado en algunos momentos, tomó conciencia de su relajación, reaccionó con su mejor juego interior y los tiros libres del final le dieron la victoria. (Efe)