El pívot de Los Angeles Lakers Andrew Bynum, a quien le extrajeron líquido de su rodilla derecha a principios de esta semana, tiene el visto bueno para iniciar la final de la NBA ante Boston Celtics.
El jugador, de 2,13 metros de altura y cuya imponente presencia es muy necesaria cuando los campeones defensores se midan ante unos Celtics conocidos por su fortaleza física, completó con éxito una sesión de entrenamiento con sus compañeros de equipo.
En este sentido, su compañero de ‘pintura’, el español Pau Gasol, también confía en que haga un buen papel el jueves. «Nos va a dar estatura, presencia defensiva y creo que incluso puede ser agresivo y terminar cerca del aro. Es sólo cuestión de esperar que no se agrave demasiado (…) sabiendo que el dolor probablemente va a estar ahí», aseguró el catalán.
Bynum ha promediado 9,1 puntos y 7,7 rebotes en la postemporada y tendrá un atractivo duelo en la zona con el pívot de Boston Kendrick Perkins. Si bien siguen habiendo dudas sobre su presencia en la serie, el entrenador de los Celtics, Glenn ‘Doc’ Rivers, dijo que no estaba pensando en cambiar su plan de juego. «No vamos a preocuparnos sobre si está bien o no. Le estamos viendo como al 100 por ciento y como un factor en la serie», agregó.
