La selección de los Estados Unidos se ha proclamado nueva campeona del mundo de baloncesto tras batir sin problemas en la gran final de la cita de Turquía por 64-81 a la anfitriona, heredando el trono de España logrado en Saitama en 2006.
Los americanos, liderados por un sensacional Kevin Durant (28 puntos), han dominado prácticamente siempre el encuentro, salvo en algunos compases de la primera mitad, y han roto la final al inicio del tercer cuarto.