El Caja Laboral se enfrentará a la maldición del anfitrión

El Caja Laboral deberá hacer frente a la ‘maldición del anfitrión’ si quiere adjudicarse el primer título de la temporada, la Supercopa ACB, que se celebra en Vitoria los próximos 24 y 25 de septiembre, ya que en la aún corta historia del torneo, jamás un equipo ha podido celebrar el título en casa, quedándose siempre cerca del trofeo en las seis ediciones previas.

La ‘maldición’ comenzó a fraguarse en la primera edición, celebrada en Málaga en 2004. Era la puesta en escena del mejor Unicaja de la historia, el liderado por Jorge Garbajosa, que ganó una Copa del Rey y una Liga en los dos años posteriores. Sin embargo, el Barça acabó muy pronto con sus ilusiones. En semifinales, Drejer emergió de la nada para acompañar a Navarro y Bodiroga y el Unicaja acabó cediendo por 62-70.

Un año después, le tocó al CB Granada. El conjunto nazarí se estrenaba en la Supercopa jugándole sin complejos al último campeón de Copa del Rey en un derbi regional frente al Unicaja que se resolvió a favor del cuadro granadino.

En la final, la buena defensa local permitió que el Tau Cerámica sufriese hasta el último segundo, con el partido igualado a tres minutos para el final de partido. En ese momento, un triple de Erdogan y la solvencia del ‘MVP’ de Scola hizo que el título volase a Vitoria.

En 2006, la Supercopa regresó a Málaga, pero el Unicaja no pudo sacarse la espina de dos años atrás, pese a que un 14-2 contra el DKV en semifinales le permitió plantarse en la final. Allí, esperaba el Baskonia, su rival unos meses antes en la final liguera.

La historia parecía repetirse cuando, a falta de tres minutos, el Unicaja ganaba de seis, pero apareció el mejor Fred House visto en ACB. Con nueve minutos en tiempo récord, remontó un encuentro que parecía tener color cajista y le dio el segundo título a los vitorianos.

En 2007, la Supercopa llegó a Bilbao. El iurbentia Bilbao Basket encandiló en semifinales, desarbolando a todo un Barça (74-67) con Huertas, Rancik y Salgado de líderes. Pero a un paso de conquistar su primer título, el Tau Cerámica no tuvo piedad de su vecino en la gran final, y fue muy superior de principio a fin, merced a los 23 puntos de Rakocevic que dejaron la diferencia final en doce puntos (73-85).

Zaragoza recibió a la Supercopa en 2008, en el regreso del CAI a la ACB. El cuadro maño derrotó en semifinales al DKV, con Quinteros dirigiendo con sus puntos la exhibición maña (96-81). En la final, el Tau Cerámica marcó el ritmo durante todo el choque, pero un 19-2 estuvo a punto de darle el título a los zaragozanos.

Pero cuando la Supercopa parecía quedarse en el Príncipe Felipe, un triple de Teletovic y un tiro libre de Rakocevic a falta de tres segundos consumaban el triunfo ‘in extremis’ de los vitorianos (85-86).

En la edición del pasado año, el Gran Canaria 2014 fue el anfitrión que más lejos se quedó de su objetivo. Un 0-11 adverso en el primer cuarto y la inspiración de un Regal Barça que salió muy mentalizado, acabó muy pronto con las esperanzas de un Gran Canaria 2014 que acabó cayendo con impotencia (51-74).

En resumen, excepto en la primera y la última Supercopa celebradas hasta el momento, el anfitrión siempre llegó a la final, pero siempre se quedó a las puertas del título, eliminado por un verdugo que, hasta en cuatro ocasiones, fue el propio conjunto baskonista. Sería una paradoja que, en esta ocasión, el Caja Laboral no se alzase con el título.

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