Los dueños de los equipos de la NBA dicen que sin el 50-50 y un tope salarial «duro», no habrá acuerdo

Los dueños de los equipos de la NBA dicen que sin el 50-50 y un tope salarial "duro", no habrá acuerdo
El comisionado de la NBA, David Stern. EFE/Archivo

La batalla laboral que libran los dueños de los equipos y el sindicato de jugadores de la NBA para conseguir la firma de un nuevo convenio colectivo se acerca ya a los cuatro meses sin que haya sido posible alcanzar un acuerdo, aunque ambas partes ya saben cuales son las líneas rojas que han trazado.

Especialmente los dueños que las han colocado en un 50-50 para cada parte en el reparto de ingresos, y de un tope salarial «duro», ambos puntos considerados como los pilares fundamentales para cambiar el modelo económico de la NBA y asegurar que ninguno de los 30 equipos pueda tener perdidas.

El comisionado de la NBA, David Stern, que ya ha cancelado toda la competición de la temporada regular para el mes de noviembre, fue categórico al decir que no habrá firma de un nuevo convenio colectivo por parte de los dueños si esas dos figuras no se aceptan.

Stern reconoció que, en la próxima reunión que haya de negociaciones, ambas partes también tendrán que comenzar a tener en cuenta las grandes perdidas que se van a dar con la cancelación de los partidos de la temporada regular.

«No es práctico, posible ni prudente tener ya un calendario completo de competición», reconoció Stern cuando hizo el anuncio de las cancelaciones hasta el próximo 30 de noviembre.

Pero el comisionado de la NBA fue más lejos al advertir que a partir de ahora las propuestas de los dueños pueden ser todavía más duras ante la necesidad que se les presenta de tener que recuperar los millones de dólares de perdidas que les genera el cierre patronal.

«Debemos comenzar a revaluar el daño que se va a generar con las nuevas cancelaciones», declaró Stern. «La próxima oferta de los dueños tiene que reflejar de manera objetiva las grandes perdidas que se están acumulando con el conflicto».

El anuncio de Stern generó la primera derrota económica que sufren también los jugadores al quedarse a partir del 15 de noviembre sin el pago de sus salarios y que no van a poder recuperar porque ya no habrá temporada completa como el director del sindicato Billy Hunter buscaba si se lograba un acuerdo antes del lunes.

El propio Hunter reconoció que los jugadores iban a perder hasta 350 millones de dólares en salarios con la cancelación de todos los partidos del mes de noviembre.

El pago de 100.000 dólares que tiene previsto pagar el sindicato de jugadores a cada profesional con el dinero que han recibido de la liga por el fondo de compensación que tenían acumulado y les fue entregado al no llegar el año pasado el reparto de ingreso al 57 por ciento, será simplemente una ayuda momentánea.

Pero el comisionado ha mantenido ante Hunter y Derek Fisher, el presidente del sindicato, que los dueños de la NBA, como hacen los jugadores cuando se convierten en inversionistas que ponen su dinero en negocios, buscan la mayor rentabilidad y no tener perdidas.

«Todos sabemos en la mesa de negociación que el nuevo convenio colectivo debe reflejar los cambios fundamentales en el modelo económico de la NBA que asegure a los 30 dueños de los equipos que no perderán dinero, van a ser competitivos y se garantice una retribución justa a todos los jugadores», subrayó Stern.

El comisionado reconoció que se habían dado avances en la duración de los contratos, el dinero dedicado a las exenciones, y el impuesto de lujo, al ceder los dueños en sus reivindicaciones iniciales, pero no fueron suficiente compensación para el sindicato cuando se llegó al reparto de ingresos y tope salarial.

Por su parte, el sindicato considera el tope salarial «flexible» que tenían establecido en el antiguo convenio como el punto irrenunciable en las actuales negociaciones.

Tampoco estaban dispuestos a ceder en el reparto de ingresos, pero ya bajaron del 57 por ciento, que recibían en el convenio antiguo, al 52 que ofrecieron el última reunión de negociaciones del pasado viernes.

La explicación dado por Hunter a sus reivindicaciones es que los jugadores al bajar del 57 al 52,5 por ciento habían cedido 1.100 millones de dólares a los dueños en seis años y con la última concesión al 52 por ciento se incrementarían hasta los 1.500 millones de dólares.

Sin embargo, para los dueños esa concesión no es suficiente, e inclusive con el reparto al 50 por ciento para cada parte, la reducción de la perdida de los 300 millones de dólares que tuvieron la pasada temporada se quedaría en 280 millones de dólares.

Los dueños en su propuesta inicial habían solicitado dar un 40 por ciento a los jugadores y quedarse ellos con el 60 por ciento, por lo que llegar hasta un 50 por ciento es considerado por Stern como una gran concesión, que no se da en ninguna de las otras ligas profesionales que hay en Estados Unidos.

Pero la diferencia con la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) y el béisbol profesional de las Grandes Ligas es que nunca en su historia los jugadores recibieron un 57 por ciento de los ingresos y tuvieron un tope salarial «flexible», exenciones y contratos garantizados de larga duración.

Si los tuvieron los jugadores de la Liga Nacional de Hockey sobre Hielo (NHL) hasta que llegó la firma del último convenio colectivo que generó la huelga en el 2004-05 de toda la temporada completa.

El conflicto acabó cuando los jugadores aceptaron los puntos claves que reivindicaban los dueños, que al igual que los de la NBA tuvieron que cambiar el modelo económico que era deficitario.

Marcelino Benito

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