El Barcelona no obtiene el mínimo consuelo ante el CSKA
El Real Madrid salió a por todas ante Olympiacos y terminó el primer cuarto venciendo 27-10, pero sus 17 puntos de ventaja se esfumaron en el segundo y el tercer cuarto.
Con todo igualado a falta de diez minutos, los griegos demostraron su carácter ante un Madrid que se hundió.
Aupado por un Spanoulis sideral (22 puntos), Olympiacos reedita el cetro europeo ante un Real Madrid que sólo fue superior en el primer cuarto.
Desde el inicio del tercer cuarto, al que ambos equipos llegaron igualados en el marcador, el nivel de contacto que los árbitros permitieron fue mucho mayor y en esa batalla de golpes el beneficiado siempre es el equipo griego.
No supo adaptarse el Madrid, que se desangró poco a poco, sin remedio. La precipitación fue más evidente en el último período, en el que el Olympiacos jugó cuesta abajo y sinfrenos, acunado por sus aficionados y por la desesperación blanca.
Los 29 puntos que encajó el Real Madrid en esos últimos diez minutos reflejan esa falta de ideas, que se fue haciendo mayor cuanto más grande era la ventaja griega.
Terminó el partido con un llamativo 100-88.
Influyeron mucho los ‘palos‘ y bastante un arbitraje muy tolerante con la leña que repartías sobre todo en su zona los del Olympiacos, pero el resultado es justo.
Ficha técnica:
- 100 – Olympiacos: (10-27-24-38) Law (20), Spanoulis (22), Powell (2), Printezis (5), Papanikolaou (5) – Quinteto inicial – Hines (12), Antic (10), Perperoglou (10), Shermadini (3), Sloukas (11), Gecevicius (-), Papanikolaou (5), Katsivelis (-).
- 88 – Real Madrid: (27-14-20-27) Rudy Fernández (21), Suárez (5), Mirotic (7), Begic (6), Llull (14) – Quinteto inicial – Reyes (4), Rodríguez (17) Hettsheimeir (-), Carroll (5), Slaughter (9).
- Árbitros: Guerrino Cerebuch (Italia), Ilija Belosevic (Serbia), Borys Ryzhyk (Ucrania). Antideportiva a Sloukas (m.30) y Rudy Fernández (m.39)
- Incidencias: Final de la Euroliga de baloncesto disputada en el pabellón O2 Arena de Londres ante 15.169 espectadores.
EL BARCELONA NO TIENE CONSUELO
El CSKA de Moscú se impuso al Barcelona Regal por 74-73 en el partido por el tercer y cuarto puesto de la Final a Cuatro de la Euroliga, que se disputa estos días en Londres, en un encuentro en el que ninguno de los técnicos decidió arriesgar en exceso y repartió minutos entre todos sus hombres.
Españoles y rusos saltaron a la pista de un O2 medio vacío a disputar «el partido que nadie quiere jugar», en palabras del capitán azulgrana, Juan Carlos Navarro. El encuentro, en el que los entrenadores repartieron esfuerzos y minutos entre sus jugadores menos habituales, se lo llevó el que menos falló. La poca intensidad y la fragilidad defensiva en ciertos momentos de la contienda parecían más propias de un amistoso o de un partido de solteros contra casados que de un encuentro de Final Four.
Arrancó el choque el Barcelona con su once de gala, con la única ausencia del australiano Nathan Jawai, que no volverá a jugar esta temporada por una rotura del tendón peroneal, pero sí con el capitán, el sempiterno Navarro, que acude puntual a su cita con la Euroliga.
Comenzó fuerte el equipo entrenado por el italiano Ettore Messina, que endosó, nada más comenzar el partido, un 11-2 a los azulgrana, que no se encontraban cómodos sobre el parqué del majestuoso O2 Arena londinense.
Marko Todorovic (11 puntos y 4 rebotes) parecía, junto a los siempre fiables Ante Tomic (10 puntos y 6 rebotes) y Navarro (17 puntos), el único dispuesto a cuestionarle el liderazgo al todopoderoso equipo ruso.
Mientras las gradas se iban llenando de aficionados madridistas y helenos, el estadounidense Sonny Weems hizo las delicias de los presentes al culminar una gran jugada que él mismo inició poniendo un tapón con un espectacular mate, que se llevó los aplausos del coliseo londinense.
No fue hasta el minuto 14 cuando el Barcelona se puso por delante en el marcador por primera vez gracias a una canasta del australiano Joe Ingles. El intercambio de puntos fue, sin embargo, la nota predominante en el segundo cuarto (35-35, m.20).
Tras el descanso, los de Messina comenzaron mucho más metidos en el partido y le endosaron un parcial de 13-0 a los azulgrana, que no anotaron en los primeros tres minutos. Los moscovitas atacaban por todos los frentes. Y les entraba todo (59-55, m.30).
En el último cuarto, y con el partido aún por resolver, el técnico azulgrana, Xavi Pascual, aprovechó para dar entrada al joven senegalés Papa Mbaye, de 22 años, que aún no había debutado en esta Final a Cuatro.
Se acercó el Barcelona en el marcador en los instantes finales gracias a un Navarro inconmensurable y a un Erazem Lorbek que parecía despertar, por fin, de su letargo (74-73, m.39).
Sin embargo, dos tiros libres anotados por Weems a falta de menos de un minuto y una serie de errores en la última posesión azulgrana inclinaron del lado moscovita el partido que nadie quería jugar.
Ficha técnica
- 74 – CSKA Moscú (15-20-24-15): Teodosic (5), Weems (14), Vorontsevich (4), Kaun (7) y Khryapa (16) -quinteto inicial- Micov (6), Erceg (2), Jackson (13), Krstic (7) y Papaloukas (-).
- 73 – Barcelona (12-23-19-19): Huertas (-), Navarro (17), Ingles (7), Lorbek (8) y Tomic (10) -quinteto inicial – Abrines (10), Jasikevicius (2), Todorovic (11), Wallace (3), Rabaseda (5), Mbaye (-).
- Árbitros: Robert Lottermoser (ALE), Matej Boltauzer (ESL) y Elias Koromilas (GRE). Sin eliminados.
- Incidencias: partido por el tercer y cuarto puesto de la Final a Cuatro de la Euroliga, disputado en el O2 Arena de Londres ante 10.716 espectadores.