El partido entre España y Brasil, jugado el 9 de agosto de 2016, y correspondiente a la segunda jornada de competición del baloncesto masculino en los Juegos Olímpicos dejó un momento poco deportivo dentro del enloquecimiento de los aficionados brasileños con su selección, que finalmente derrotó a una de las grandes favoritas a ganar una medalla en los últimos segundos.
Los hinchas locales se cebaron con la estrella de España, Pau Gasol, hasta el punto de mandarle, literalmente, «¡a tomar por culo!». «¡Vai tomar no cu!», gritaban desde la grada al jugador del combinado nacional, cuando este se disponía a lanzar tiros libres en la segunda mitad del partido. Los silbidos, abucheos y pataletas hacia los jugadores españoles también fueron una constante durante los cuarenta minutos de encuentro.
El pitido final trajo el delirio de la afición carioca, con gritos de «¡Brasil, Brasil!», mucho más coherentes con el espíritu olímpico que los insultos proferidos a la figura de Pau Gasol, que no encontró su mejor juego frente a la selección sudamericana, aunque según su compañero Rudy Fernández, no se debió a la presión de la grada. «Seguramente Gasol ni lo entendió», comentó el balear.
El brasileño Marcus Vinicius, Marquinhos, dio importancia a los insultos a Pau Gasol, dejando una actitud ejemplar al final del encuentro. «Entiendo cómo apoya la afición, pero no me sabe bien. Quiero disculparme en nombre de la afición brasileña», dijo, además de subrayar que Pau es uno de los grandes del baloncesto.
El seleccionador de Brasil, el argentino Rubén Magnano, está convencido de que no debe tomarse como algo personal hacia España. «Es habitual. Cuando Brasil tiene enfrente a un rival de prestigio, se tira encima, pero todo termina cuando el juego acaba».
