Las Universidades de Carolina del Norte y de Gonzaga, las dos primeras cabezas de serie, serán las protagonistas este lunes de la final de la NCAA que decidirá el nuevo campeón del baloncesto universitario estadounidense tras imponerse este sábado a Oregón y Carolina del Sur, respectivamente.
Carolina del Norte se ganó el derecho a jugar su segunda final consecutiva y buscar la revancha de la perdida en 2016 ante Villanova, tras imponerse en un encuentro muy igualado y de forma muy apretada por 77-76 a Oregón, que se despistó en su aro en los segundos finales concediendo dos rebotes ofensivos claves. Los Tal Heers se vieron abajo en el primer tiempo por 22-30, pero firmaron un parcial de 17-6 para dar la vuelta al marcador e irse al descanso por delante (39-36). A partir de ahí, ya no soltaron la iniciativa en el marcador y se acercaron a la final cuando se fueron diez arriba a falta de poco más de ocho minutos (66-56). Sin embargo, los Ducks no se vinieron abajo y poco a poco fueron recuperando terreno hasta ponerse 77-76 a falta de seis segundos. Oregón hizo falta rápida y Kennedy Meeks, el mejor del partido con 25 puntos y 14 rebotes, falló los dos tiros libres, pero Theo Pinson capturó el rechace ofensivo. Hubo nueva falta y Joel Berry II tampoco acertó en ninguno de sus dos lanzamientos pero Meeks también se quedo el rebote ofensivo y dejó sin opciones a su rival. Carolina del Norte tendrá como oponente en la final de este lunes a Gonzaga, que disputará por primera vez en su historia la pelea por el título universitario tras imponerse a la Universidad de Carolina del Sur por 77-73 en un encuentro que casi siempre dominó. Con el liderazgo de Nigel Williams-Goss (23 puntos), los Bulldogs fueron superiores a los Gamecocks, gracias sobre todo a su baloncesto ofensivo en la primera mitad que les llevó a irse a los vestuarios con una cómoda ventaja (45-36). La renta fue por encima de los diez puntos (62-48) antes del ecuador de la segunda parte, y a partir de ahí Carolina del Sur apretó y dio la vuelta al partido con un parcial de 3-19 (65-67). Gonzaga no se vino abajo y replicó con un 7-0 que le dio de nuevo una renta que esta vez ya no dejó escapar.
