Imparables. España sacó su billete para los cuartos de final del Mundial ante Italia (67-60) como se preveía tras la primera fase realizada, con altas dosis de sufrimiento, según recoge el autor original de este artículo 20minutos y comparte Francisco Lorenson para Periodista Digital.
De nuevo los de Scariolo volvieron a salir atascados. Encadenaron tres pérdidas consecutivas, fallaron sus primeros lanzamientos, recibieron algún tapón, mala selección de tiros y eso hizo que las sensaciones no fuesen las más adecuadas ante un rival que aprovechó su ‘pájara’ y se dedicó a atacar fácil, con buenos porcentajes que le otorgaron las primeras ventajas de la tarde.
El inicio del partido repitió el esquema de los últimos partidos y fue gracias a la aparición de Llull cuando España despertó de su letargo. El balear dirigió con criterio, anotó siete puntos claves para iniciar la rebelión y contagió su fe a unos compañeros que empezaron a creer en sus posibilidades.
En el segundo cuarto el guión se pareció más al previsto inicialmente por lo mucho que había en juego. El intercambio de golpes se tradujo en ataques intensos y marcadores igualados durante esos diez minutos, aunque con España peleando por cada rebote y subiendo una velocidad atrás para frenar a los de Meo Sacchetti. Fue Rudy Fernández el encargado de dar, catorce minutos después, la primera ventaja a los suyos con un lejano triple, al que siguió otro de Pau Ribas desde la misma posición. España se acercaba a su mejor versión del campeonato a pesar de que Marc Gasol tenía su mejor tarde.
Tras el paso por vestuarios, España tuvo en Juancho a su salvador. Siete puntos consecutivos del ala-pívot prolongaron el buen momento de España tras la vuelta al parqué y, aunque algunas decisiones arbitrales muy discutidas le costaron la segunda técnica en contra, supo mantenerse por delante ante una Italia que no veía aro con facilidad y en la que solo aportaba Luigi Datome.
En el cuarto definitivo, los fallos constantes por ambos bandos marcaron el inicio. España se pasó casi siete minutos sin sumar canastas en juego y con cuatro tiros libres como único botín se encendieron las alarmas en el banquillo.
Un mate de Víctor Claver acabó con la agonía y Ricky empató a 56 poco después. España no se descompuso y supo jugar sus bazas hasta que, en su única canasta del partido, Marc Gasol selló el triunfo que da el billete para los cuartos.
El domingo espera Serbia, favorita a todo, para disputarse el primer puesto del grupo. Argentina o Polonia esperan como posibles rivales en el cruce de cuartos.