FINAL DE INFARTO EN EL PALAU

Baloncesto: el Real Madrid también se pasa por la piedra al Barcelona (85-87)

Los blancos viajaron a Barcelona muy mermados, sin Deck, que se va a la NBA, y sin el lesionado Thompkins, mientras los azulgranas estrenaban al inmenso Pau Gasol

Baloncesto: el Real Madrid también se pasa por la piedra al Barcelona (85-87)
Laprovittola (REAL MADRID) con Saras Jasikevicius, entrenador del Barça, al fondo. PD

Coraje, entrega, intensidad, sudor y mucha inspiración. Y al final, todo se decidió en un minuto de infarto, trepidante, en el que el Barcelona parecía darle la vuelta al resultado, y el Real Madrid, gracias a un 2+1 de Laprovittola a falta de 4 segundos, se llevó a la buchaca.

Los blancos viajaron a Barcelona muy mermados, sin Deck, que se va a la NBA, y sin el lesionado Thompkins, mientras los azulgranas estrenaban al inmenso Pau Gasol.

Salían de víctimas y con los antecedentes en contra, pero el Real Madrid siempre resurge de sus cenizas.

Como subraya Joan Solsona en Marca, este 11 de abril de 2021, el Real Madrid llegaba líder al Palau y se va aún más líder después de sumar una victoria de prestigio y acabar con la racha de cuatro derrotas consecutivas ante el eterno rival.

El gen competitivo de los blancos fue ignorado por el Barcelona y lo pagó caro. Los hombres de Laso son capaces de recuperarse ante cualquier adversidad y eso que tenían una doble excusa esta vez: la fuga de Deck y el reciente partido al todo o nada con el Fenerbahce en Euroliga.

Pau Gasol se estrenó el viernes ante el Bayern de Múnich y repitió en el quinteto titular. El pie le está respondiendo, pero le falta ritmo de competición. Se quedaron fuera de la convocatoria Claver y Bolmaro.

El mejor equipo de la Liga Endesa, con dos ‘niños’ como Garuba y Vukcevic, que suman menos años que Pau, jugó un primer cuarto casi perfecto dentro de sus posibilidades y sólo ganaba 15-20. Su rival tardó tres minutos y medio en anotar, Mirotic no veía el aro y nadie de su equipo era capaz de anotar un triple. Los blancos salieron más enchufados del vestuario con un 0-9.

Las pérdidas, un total de diez, condenaban a los barcelonistas que llegaron a acercarse hasta el 15-18. El segundo asalto volvió a teñirse de color blanco. Las dos faltas rápidas de Tavares situaron en pista al jovencísimo Vukcevic y no desentonó.

Rudy anotaba desde los ocho metros para firmar una máxima de 22-36, el ritmo lo marcaba Laprovittola y Mirotic seguía errático para desesperación de Jasikevicius. Al descanso se llegó con un 33-42 y sin que Pau hubiera entrado en ritmo de partido. El mejor en ataque de los azulgranas era Calathes, un dato muy negativo para el Barcelona porque los adversarios no paran de flotarle por su bajo porcentaje de efectividad en sus tiros.

Jasikevicius tenía mucho trabajo que hacer en su pizarra. La única lectura positiva para el preparador lituano es que era casi imposible hacerlo peor. Oriola, un jugador que garantiza siempre unos mínimos, seguía esperando su momento en el banco y llegaron a la hora de la verdad.

Abalde igualó la máxima renta visitante (35-49) con siete puntos consecutivos.

Mirotic estrenó su casillero en el minuto 24, coincidiendo con la cuarta falta personal de Tavares. El montenegrino anotó ocho puntos consecutivos y el Barça situó un tanteo de 47-51. Estaban defendiendo al límite. Era la única manera de remontar ante un adversario con un Rudy infalible desde la larga distancia. Le acompañaba Garuba.

Los blancos agotaban todas las posesiones. Necesitaban que el tiempo pasara rápido. Calathes comandó la reacción azulgrana sin ser la referencia ofensiva. Poco se confía en Westermann y el sustituto del griego era Hanga. Por calidad e intensidad.

Saras dejó a Pau sin jugar los últimos 20 minutos.

Había demasiado ritmo para una inactividad tan larga. Un triple de Abrines dejó el marcador 56-57 en el minuto 29. Rudy se resistía a ceder la iniciativa y se fabricó solo una canasta de 2+1.

Quedaban diez minutos y el resultado era 57-59. Tres pérdidas consecutivas de Abrines y Hanga obligaron a Jasikevicius a mover el banquillo. El Madrid, con un parcial de 8-0, había puesto de nuevo 10 puntos de margen entre los dos contendientes. No paró ahí y se marchó hasta un 61-74 con Causeur y Garuba destrozando la defensa rival.

Tavares cometió la quinta falta cuando restaban tres minutos para la conclusión.

Vukcevic se convirtió, sin quererlo, en el protagonista con un triple que alejaba definitivamente las esperanzas de reacción locales. Faltaba un minuto y el resultado era 74-81. Una técnica a Kuric parecía firmar la sentencia, pero Mirotic remontó con un triple (85-84).

Una falta de Abrines sobre Laprovittola acabó decantando el triunfo.

Higgins, con cuatro segundos, ya no tuvo tiempo de mirar el aro.

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