Parecía imposible hace tan sólo unos meses. El conjunto de Pablo Laso sufría una de las mayores crisis desde que este asumía la dirección del Real Madrid en 2011. Polémicas extradeportivas, jugadores cesados por Laso, uno de los pilares del equipo, Carrol, no daba señales de vida…
Todo eran problemas y más problemas. Pero el Real Madrid, da igual en qué deporte, tiene 7 vidas. El balance en los Clásicos contra el Barcelona de Jasikevicius era de 11-3 en contra de los merengues, además de tener un equipo plagado de grandes figuras del baloncesto, especialmente Mirotic.
Por todo ello, el Barça partía como claro favorito en la previa de las semifinales de la Euroliga. Pero ni con el aire a su favor los culés supieron ‘matar’ a los merengues.
Y es que, al inicio de la segunda mitad el Barcelona ganaba por 47-34, lo que hace una diferencia de 13 puntos y que, a priori, resulta casi imposible de remontar. Fue entonces cuando Laso mandó a los suyos al ataque, sin ningún tipo de miedo porque no tenían nada que perder. Y, emulando a sus colegas del fútbol, consiguieron una remontada antológica.
Yabusele, jugador del Real Madrid y Mirotic, del Barça
El Real Madrid fue comandado por un espectacular Causeur, que se echó el equipo a la espalda y cogió toda la responsabilidad del equipo blanco. Y apoyado, como no, de un histórico del Real Madrid: Sergio Llul, que volvió a ser testigo y artífice de una remontada que está ya apuntadas en los libros de historia.
Todo esto eclipsó un Clásico grandioso para uno de los mejores jugadores -por no decir el mejor- de Europa: Mirotic. El ex-jugador madridista y actual estrella culé consiguió la cifra de 26 puntos, 12 rebotes y 39 de valoración.
El Madrid vuelve a la final de la Euroliga cuatro años después y en el mismo escenario en que se coronó en 2018. Los blancos jugarán contra el vigente campeón de la competición, el Anadolu Efes el sábado 21 de mayo en búsqueda de su undécima Euroliga.
