Pablo Laso deja de ser el entrenador del Real Madrid de Baloncesto después de conseguir 22 títulos en once temporadas en el banquillo blanco: seis Liga Endesa, dos Euroligas, seis Copas del Rey, siete Supercopas y una Intercontinental.
El técnico vitoriano es despedido por el conjunto merengue debido a su estado de salud. Sin embargo, el entrenador campeón de la 38º Liga contra el Barcelona se veía con fuerzas para continuar dirigiendo al equipo madridista.
El Real Madrid de Basket emitió un comunicado donde expresó que “toma la decisión de no mantener a Pablo Laso como entrenador del primer equipo de baloncesto por razones médicas única y exclusivamente”. El infarto sufrido antes de que los madrileños ganaran la competición doméstica frente al Barça encendió las alarmas de la casa blanca, donde los médicos y especialistas en cardiología afirman un “riesgo evidente” seguir sentándose en el banquillo.
El entrenador asegura que tiene permiso médico para poder sentarse en el banquillo, como expresó en sus redes sociales: «Feliz de compartir con todo el mundo que tengo la confirmación plena y expresa de los médicos que me han atendido de que puedo entrenar profesionalmente a cualquier club de baloncesto”.
Esto significa responder al club blanco que decidió prescindir de sus servicios. Sin embargo, Pablo Laso tenía intención de continuar seguir siendo el entrenador del vigente campeón de la Liga española. Según el diario Marca, Juan Carlos Sánchez prescinde de él aludiendo a los informes médicos, aunque quiere un cambio en el banquillo desde 2014, pero el director de la sección de baloncesto no podía despedirlo por la leyenda que es para el madridismo.
Por eso mismo, el comunicado de los blancos finaliza declarando que comprenden que “esta decisión haya provocado tristeza” su despido. Según explica el club de Chamartín, “la prioridad es su salud por respeto y cariño hacia él”, por lo que su sustituto será Chus Mateo, ayudante de Pablo Laso en su etapa en la capital de España, que firma para las dos próximas temporadas.
