Henry: "Sí, fue mano pero yo no soy el arbitro. Estoy en el área, hay dos defensores frente a mí. La pelota rebota en mi mano, el árbitro no lo ve y yo sigo jugando"
Un gol ilegal, nacido de una jugada con la mano del barcelonista Thierry Henry y remachado por William Gallas, salvó a ‘les bleus’. Estuvieron contra las cuerdas desde que Robbie Keane, a la media hora, adelantase a los irlandeses, que neutralizaban la ventaja gala de la ida.
Robbie Keane, en el minuto 33, puso adelante a los irlandeses para asombro de los galos que colmaron el estadio Saint-Denis. En el partido de ida, en Dublín, Francia había ganado 1-0 y un empate sin goles bastaba para sellar su boleto, pero el tanto de Keane provocó una desesperación general y el alargue a tiempo suplementario.
Allí, cerca del final del primer tiempo extra, en un tiro libre, Henry recibió el balón y lo detuvo con la mano izquierda, para luego habilitar a William Gallas, quien remató de cabeza para el 1-1 final. Esto derivó en el reclamo airado de los irlandeses hacia el árbitro, quien validó la conquista.
Fue la prórroga y ese tanto los que rescataron a Francia. Al final en la fase final después de un tramo clasificatorio lleno de dudas.
«SÍ, FUE MANO»
Al término del encuentro Henry reconoció que el gol de ‘les bleus’ no debería haber subido al marcador:
«Sí, fue mano pero yo no soy el árbitro. Estoy en el área, hay dos defensores frente a mí. La pelota rebota en mi mano, el arbitro no lo ve y yo sigo jugando»
El equipo irlandés estaba devastado tras perder la posibilidad de ir al Mundial por lo que el entrenador Giovanni Trapattoni calificó de un «gran error» del arbitro sueco Martin Hansson.
PORTUGAL CUMPLIÓ SIN CRISTIANO
Portugal fue más solvente. Superó la baja de Cristiano Ronaldo. Y selló su pase. Pudo perder en Lisboa. Pero salió reforzado de Bosnia, donde ganó por 0-1 gracias al gol de Raúl Meireles en el teórico ‘infierno’ de Zenica.
Eslovenia, por su parte, redondeó la hazaña y por segunda vez en su historia estará en la fase final de un Mundial. Rusia fue incapaz de resguardar la ventaja de la ida, donde se impuso por 2-1. Y no pudo enmendar la situación desde que Zlatko Dedic marcó para los locales al borde el intermedio.
Grecia completó la relación de participantes europeos. Un solitario gol del jugador del Panathinaikos Dimitros Salpingidis a la media hora del primer tiempo le sirvió para vencer en Ucrania y clasificarse para el segundo Mundial de su historia 16 años después.
Finalmente, Argelia se ganó su derecho a regresar, 24 años después, a un campeonato del Mundo tras superar a Egipto (1-0) en el duelo de desempate jugado en Sudán.