Laporta se refirió a las palabras de Touré Yaya, y afirmó que espera que continúe muchos años en el club
Joan Laporta calificó de «educativa» la bronca en el Clásico de Andrés Iniesta a Cristiano Ronaldo por haberle recriminado éste que no simulase faltas.
Andrés Iniesta mandó callar a Cristiano Ronaldo durante el ‘clásico’ poniendo el dedo índice en sus labios. El mediocentro aseguró que el portugués no es quién para recriminarle en el terreno de juego «si se tira o se deja de tirar» en el área, lo que le llevó a un pequeño ‘pique’ con el portugués.
Laporta, que acudió a la presentación en el Camp Nou de los resultados de la alianza del club con Unicef, se posicionó contra cualquier recriminación a Iniesta, del que destacó su «maestría» para resolver la situación que se generó entre él y el goleador madridista.
«LOS PUNTEROS SON DIFÍCILES DE EVITAR»
Respecto a los punteros láser que desde la grada se usaron para desconcentrar a los jugadores del Real Madrid, el dirigente subrayó que «no es fácil tomar medidas» para evitarlo, pero que «se intentará», aunque puntualizó que ni el árbitro le comentó nada al respecto ni lo ha hecho constar en el acta.
RATIFICA A TOURÉ YAYÁ
Joan Laporta, cuestionado también sobre la reclamación de más minutos de juego por parte de Touré Yayá con la amenaza de una posible marcha del Barcelona, respondió que el marfileño es «un jugador con una presencia importante que está dando unos resultados excelentes» y del que se declaró «fan».
«Las palabras de Yayá son propias de un futbolista de gran clase que, como todos, quieren tener el máximo de participación para ayudar al equipo, así que hay que interpretarlas en positivo»
«El marfileño será jugador del Barcelona por muchos años, ya que nadie piensa en desprenderse de él»
REFORZADOS TRAS EL CLÁSICO
Del clásico, Joan Laporta señaló que ambos equipos salieron «reforzados» del partido y, en su caso, subrayó la alegría por el liderato conseguido.
«El Barcelona ganó sabiendo sufrir, luchar con diez jugadores durante gran parte de la segunda mitad y pudiendo sentenciar en inferioridad. Es un ejemplo de los valores inherentes al deporte»