La clave estuvo en el segundo tiempo. España salió como un Panzer dispuesta a derribar a la muralla alemana que apostaba por matar a la contra
España se mete en la final del Mundial de Sudáfrica tras un épico partido. El equipo de Del Bosque dio un auténtico baño a los alemanes, una lección de fútbol donde España, fiel a su estilo, hizo un partidazo de ensueño venciendo por la mínima a los germanos con un cabezazo letal de Puyol. Ahora nos espera Holanda.
PRIMERA PARTE SIN GOLES
Fiel a su estilo, España tuvo la posesión del balón en esta primera parte pero una posesión improductiva. Poco para reseñar del equipo español en ataque, falto de profundidad y pegada. Apenas un cabezazo en el 15′ a centro-chut de Iniesta, soberbio desde la derecha y Puyol que remata solo de cabeza pero el balón se le marcha alto.
Pese a dominar la posesión, Alemania generó más peligro. Los germanos saben muy bien a lo que juegan, fiándolo todo al contragolpe. España tuvo un aplastante dominio pero no tiró una vez a puerta mientras que la sensación de peligro la transmite el equipo de Low. «Ambos equipos buscan temporizar y no perder el sitio pero eso le conviene más a Alemania que a España», comentaba Marcos López en la COPE.
España abusó del pase interior a Villa, mostrándose previsible frente a un equipo germano que no dudó en aglutinar a todos sus alfiles en su propio territorio. «El área de Alemania parece Palma de Mallorca», decía un comentarista de Onda Cero refiriéndose a la cantidad de teutones que había defendiendo con dos líneas de cuatro cada jugada de ataque hilvanada por Iniesta y Xavi Hernández.
Al filo del descanso, ocasión manifiesta de gol con Ozil entrando como un obús al área que acaba con el delantero germano por el suelo. ¿Penalty? «Para mí como una casa», dicen en Onda Cero. Para nosotros falta, pero fuera del área.
EL SEGUNDO TIEMPO FUE OTRA HISTORIA
La clave estuvo en el segundo tiempo. España salió como un Panzer dispuesta a derribar a la muralla alemana que apostaba por matar a la contra. El acoso a la portería alemana se convirtió en asedio. Primero un disparo de Xabi Alonso y luego un jugadón de Iniesta, con pase de la muerte incluido, que no llegó a rematar Pedro.
Les vencimos por donde menos se lo esperaban: un córner. Puyol, tras un gran centro de Xavi, perforó la meta germana ante la atónita mirada de los mastodontes teutones.
Ese gol desmontó la artillería alemana que sólo al final, cuando apenas quedaban cinco minutos se acercaron a la meta defendida por Casillas. Pero España se gustaba y cada arranque de Xavi o Iniesta olía a gol.
Con la defensa alemana entregada, lo tuvo Pedro, sólo frente a la portería de Neuer, pero pecó de egoísta.
Ahora nos espera Holanda en la primera final de un Mundial en la Historia. Falta la guinda. ¡Vamos España! «Esto es la hostia», le dice Xavi a Sara Carbonero. Lo avisó el pulpo Paul. Estamos en la gloria. Que no nos despierten.
