El equipo castellonense se atrevió incluso a disputarle la posesión del balón a los azulgranas
El Barça entró con mal pie en 2010 tras tropezar con un buen Villarreal en el Camp Nou (1-1). Pedro adelantó a los culés en el minuto 7 pero Fuster niveló el marcador al inicio de la segunda parte.
Las cosas pudieron ser peor para los azulgrana si González Vázquez hubiese pitado un claro penalti de Alves. Si el Madrid gana en Pamplona será líder.
El equipo de Guardiola -todavía invicto en la Liga española- había ganado todos sus partidos como local, ante Sporting, Atlético de Madrid, Almería, Zaragoza, Mallorca, Real Madrid y Espanyol, 21 puntos sobre 21 posibles como local, hasta ceder el primer empate de la temporada ante el conjunto entrenado por Ernesto Valverde.
Real Madrid y Mallorca, con ocho y siete victorias respectivamente en sus estadios, son los únicos equipos que han ganado todos sus encuentros como locales.
El Villarreal, por su parte, prolongó su buena racha en el estadio del Barcelona, en el que ha puntuado en sus tres últimas visitas: el año pasado frustró el alirón del Barça (3-3) y en la temporada anterior arrancó una victoria por 1-2.
PEDRO VUELVE A MARCAR
El Barça sólo quiso ser el Barça en la recta final. Y eso que empezó muy bien el partido. Pedro, que ya se acostumbrado a hacer de Messi cuando el argentino no está, recogió un disparo de Henry repelido por el travesaño para fusilar a Diego López en la primera llegada del conjunto azulgrana.
El Camp Nou sonreía tras el gol y la celebración previa al partido en la que los jugadores posaron con los títulos conseguidos en 2009.
EL VILLARREAL NO SE AMILANÓ
El tanto del canario provocó un prematuro replanteamiento del choque. Los de Valverde adelantaron las líneas y el conjunto local aceptó con naturalidad esta nueva situación retrasando casi instintivamente las suyas.
El resultado fue un Villarreal mandando en muchas fases de la primera mitad y un Barcelona cómodo a la contra que aún renunciando a su identidad, tampoco pasaba excesivos apuros atrás.
El equipo castellonense se atrevió incluso a disputarle la posesión del balón a los azulgranas. Bruno y Senna se aplicaban en las labores de recuperación y entre Cani, Cazorla y Fuster fabricaban el caudal ofensivo combinando en la media punta.
No parecía importarle al Barça hasta que Fuster muy inspirado durante todo el partido, remató a gol un centro de Cani a los seis minutos de la reanudación.
LE ECHAN LAS CULPAS AL ARBITRO
El Barça dejó de especular y encerró por fin al Villarreal con el único propósito de llevarse el encuentro. Iniesta tuvo las dos primeras -sendos disparos lejanos que pusieron a prueba a Diego López- e Ibrahimovic la más clara frente al meta visitante, aunque su tiro, algo forzado, salió rozando el poste.
El Villarreal, disfrazado ya de equipo pequeño, resistiría hasta el final, bien pertrechado atrás y ayudado por las constantes interrupciones del árbitro, empeñado en pitarlo absolutamente todo.
Además, aún pudo llevarse el duelo en mano a mano de Rossi con Valdés, que Puyol salvó en la línea de gol. Hubiese sido demasiado premio para los de Valverde, que arrancaron eso sí, un merecido y trabajado punto del Camp Nou.