Tras el empate, el partido se endureció mucho con Duscher ganándose a pulso la roja y Koné mereciéndosela sin verla
El Atlético llevaba toda la Liga descomponiéndose en los últimos minutos. Así había perdido ya seis puntos ante Almería, Mallorca, Depor y Villarreal, por lo que cuando el partido ante el siempre profesional Sevilla se encaminaba irremediablemente hacia las tablas, el Calderón musitaba «virgencita, virgencita que me quedé como estoy».
Pero 2010 parece llegar con ganas de darle alguna alegría a los rojiblancos. Y se la dio. Fue gracias a la cabeza de Antonio López, que remató un pase fantástico de Simao y garantizó Atlético un gol en el último suspiro y tres puntos de oro ante el siempre temible Sevilla.
Y eso que el Sevilla arrancó como un huracán, como si el partido durara cinco minutos. Tan arrolladora puesta en escena no arredró al Atlético, lo que ya es noticia, que se mantuvo entero y frenó el ímpetu rival con la mejor arma posible, con una velocidad endiablada, Reyes volvió a parecerse a Reyes, a aquel chico que hace años deslumbrara al mismísimo Wenger, el gurú del Arsenal.
Logró el Atlético maniatar al Sevilla y, aunque le faltó fútbol, lo que ya no es noticia, fue encogiendo a su rival.
Hizo alguna de las suyas, claro, que ahí estuvo Perea para intentar, sin conseguirlo, despejar un centro desde la derecha que se le enredó de manera incomprensible entre las piernas, qué cosa tan rara es esto del balón. Ahí lo dejó, en el punto de penalti, sin que nadie del Sevilla se percatara, por inespereado, del lance.
Pero estaba serio el Atlético, sin duda. Y a 30 metros del área rival recibió el balón Reyes, que se fue como una locomotora, rememorando aquellos tiempos en que era el futbolista que amenaza con volver a ser.
Fabulosa fue su carrera y no menos fabuloso su pase a Forlán, que la pegó con la izquierda abajo, fuera, aunque a centímetros del poste, un tiro del uruguayo de ésos que hace meses acababan en gol y ahora, para desgracia del Atlético, se van al limbo.
Varado el Sevilla, sin más imaginación que la que le aportó Navas, el Atlético fue creciendo.
Los de Jiménez se adelantaron al filo del descanso con un tanto de Renato, pero un autogol de Dragutinovic puso las tablas nada más comenzar la segunda mitad.
Tras el empate, el partido se endureció mucho con Duscher ganándose a pulso la roja y Koné mereciéndosela sin verla. Sólo dos ocasiones frenaron el combate: Forlán tiró fuera un mano a mano franco con Palop y Jurado remató sin fuerza una buena acción individual.
Y cuando ya nadie lo esperaba, apareció Antonio López para darle la alegría de la temporada al Atleti y castigar a un Sevilla del que se esperaba mucho y dio muy poco.
EL PARTIDO
- Atlético de Madrid: Asenjo; Valera, Perea, Domínguez, Antonio López; Reyes (Jurado, m. 65), Assuncao, Raúl García (Cléber Santana, m. 82), Simao; Forlán e Ibrahima.
- Sevilla: Palop; Konko, Drago, Squillaci (Adriano, m. 61), Fernando Navarro; Romaric (Koné, m. 69), Duscher; Jesús Navas, Renato, Perotti (Lolo, m. 74); y Negredo.
- Goles: 0-1, m. 43: Renato, de cabeza tras un saque de esquina. 1-1, m. 48: Drago, en propia puerta tras una parada de Palop a Forlán. 2-1, m. 92: Antonio López, de cabeza.
- Árbitro: Undiano Mallenco (C. Navarro). Expulsó por doble amarilla a Duscher (m. 64 y 72). Amonestó a los locales Perea (m. 2), Simao (m. 28) y Antonio López (m. 87) y a los visitantes Navas (m. 38), Drago (m. 56) y Koné (m. 89).
- Incidencias: partido correspondiente a la decimosexta jornada de Liga en Primera División, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 35.000 espectadores.