El Valencia, que buscará en Cornellá ante el Espanyol la primera victoria a domicilio de la segunda vuelta de la Liga, es peor como visitante en este tramo de la Liga que incluso en el año del descenso a Segunda División.
En la segunda vuelta de la temporada 85-86, en la que el equipo consumó la pérdida de la categoría, el Valencia ganó un partido a domicilio, ante el Sevilla por 0-2.
Sin embargo, en la actual campaña lleva siete partidos jugados fuera de casa, en los que acumula seis derrotas y un empate, el obtenido en Gijón ante el Sporting (1-1) a mitad del mes de febrero.
Incluso cuando el Valencia se salvó en la jornada final de la Liga 82-83, el equipo había sumado dos puntos fuera de casa gracias a dos empates en Las Palmas y Gijón, uno más de los que lleva en la segunda vuelta de la actual edición del torneo.
El Valencia tiene dos oportunidades como visitante antes del final de la Liga para poder mejorar los datos de la segunda vuelta de la actual campaña con las visitas de mañana al Espanyol y la de la penúltima jornada de Liga al Villarreal en el campo del Madrigal.
Los más curioso de la presente temporada es el contraste de esta situación con la de la primera vuelta, en la que el Valencia sólo perdió un partido lejos de Mestalla, en Getafe, ya que ganó siete encuentros y empató dos, lo que le permitió sumar veintitrés de los treinta puntos disputados.
Frente a esos registros, el equipo acumula un punto de veintiuno fuera de casa en la segunda vuelta de la Liga.
Con anterioridad, el Valencia estuvo sin ganar a domicilio en la segunda vuelta del torneo en los últimos años en las campañas 87-88 y 2004-2005, aunque la diferencia estriba en los cinco y los siete empates que logró respectivamente en aquellas temporadas.
