Míchel y Clemente, reencuentro de dos viejos rivales

Míchel y Clemente, reencuentro de dos viejos rivales
. Agencia EFE

Hace 17 años el actual técnico del Getafe, José Miguel González, Míchel, jugó por última vez un partido con la selección española. Lo hizo porque el seleccionador Javier Clemente le convocó para jugar ante Eire. Desde entonces, Míchel jamás volvió a vestir la elástica nacional y casi dos décadas después ambos volverán a verse las caras, esta vez desde los banquillos del estadio José Zorrilla, que será el escenario del reencuentro de dos viejos rivales.

La cita llega en diferentes momentos para los dos. El técnico de Barakaldo ha dado un giro al equipo castellano. Desde su llegada al Valladolid, el club ha pasado de estar prácticamente desahuciado a tener opciones de continuar un año más en la máxima categoría del fútbol español. Pero para lograrlo, tendrá que superar al Getafe de Míchel, que visita el feudo blanquivioleta en plena forma y con opciones de jugar el próximo curso en Europa.

Curiosamente, el entrenador del Getafe puede ser el que dé un empujón casi definitivo al Valladolid de Clemente hacia Segunda. Hace 17 años, Clemente dio el empujón a Míchel, a quien cerró para siempre las puertas de la selección. Desde entonces, nunca han vuelto a coincidir en un estadio.

Han pasado muchos años desde que el ex jugador del Real Madrid jugara su último partido con España. Lo hizo ante la República de Irlanda en el Ramón Sánchez Pizjuán. El resultado final fue un paupérrimo empate sin goles. Era el segundo empate consecutivo del combinado nacional, que se jugaba su clasificación para el Mundial de Estados Unidos. Se acababa de iniciar una nueva era con la llegada de Clemente al banquillo, que sustituyó a Vicente Miera.

El vasco mantuvo durante dos encuentros a la columna vertebral de España durante mucho tiempo. Después de cosechar dos empates seguidos, decidió prescindir de la «Quinta del Buitre» en sus convocatorias. Comenzó una nueva era para España y Míchel no estaba dentro de ella.

Con Clemente, España logró clasificarse para el Mundial, aunque lo hizo sufriendo hasta el último partido, cuando ganó a Dinamarca de forma agónica. Mientras se sucedían los encuentros y las convocatorias, se abrió un debate nacional. ¿Por qué no está Míchel? ¿Irá al Mundial Míchel? Esas dos preguntas tuvo que contestarlas Clemente durante dos años.

«A Michel le respeto profundamente. Y es más, no es bueno que se hable tanto de él. Soy de los que piensa que hablando tanto de él se le quita calidad a su juego. Míchel me encanta, y me gustará hasta que deje de jugar al fútbol, pero ahora mismo prefiero a Adolfo Aldana», dijo Clemente en abril de 1993.

Meses después, en junio, tuvo que volver a lidiar con la prensa después de una convocatoria en la que no estaba el extremo diestro del Real Madrid: «De Michel nunca diré nada negativo. Ha tenido época buenas. Es el mejor pasador de España. Sin embargo, Aldana ha rendido a plena satisfacción en la selección. Si Aldana estuviese mal buscaría el relevo, pero eso no ha ocurrido».

Mientras, Míchel se resignaba. Intuía que no iba a jugar el que iba a ser su último Mundial. «Si no me convoca, como ya ha pasado en otras ocasiones, es difícil que siga contando para la selección después de tres partidos ausente. La experiencia adquirida en la selección no sirve de mucho. Lo que cuenta son las ideas que tenga el seleccionador. La lástima es que no puedan ir trescientos y pico», declaró después de no ser convocado para el decisivo choque ante Dinamarca.

El tiempo fue pasando y la convocatoria del madridista no llegaba. Clemente, poco a poco, se iba cansando de contestar a la misma pregunta: «Una cosa es lo que opina la gente y otra cuando te juegas las habichuelas. No me he planteado decir nunca nada porque creo que es un gran jugador, pero eso no significa que crea que haya otro que lo haga mejor en su puesto».

Al final, llegó la lista para el Mundial. Míchel, como se esperaba, no estaba en ella. Se lo tomó con diplomacia: «Tenía esperanzas de ir, pero hay que aceptarlo. También hay otros que tenían esa ilusión y no están». Mientras, Clemente definió a Míchel como «un tío grande y con carisma» y destacó que no había sido bueno para el jugador que se hablara tanto de él. Con esas palabras acabó el debate. Míchel no iba a jugar su tercer Mundial.

Ahora, 17 años, 5 meses y 14 días después, los dos volverán a verse las caras, aunque en otras circunstancias. De nuevo, la pregunta volvía a resurgir. «Quiero estar al margen de eso. Los protagonistas son los jugadores y no creo que mis opiniones influyan. Clemente es un buen entrenador. No hay más que fijarse en su currículum».

Son las últimas palabras de Míchel sobre su gran rival del sábado. De nuevo, dos viejos rivales volverán a verse las caras. Clemente contra Míchel, Valladolid contra Getafe. Los 22 jugadores que salten al campo, decidirán quien es el ganador.

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