La selección alemana comenzó con una goleada (0-3) ante Hungría su particular puesta a punto para el próximo Mundial de Sudáfrica, que comienza el 11 de junio, y en el que también estará Serbia, que perdió por la mínima ante Nueva Zelanda y Estados Unidos, que venció (2-1) a Turquía en los otros amistosos con presencia de selecciones mundialistas
El combinado que dirige Joachim Löw ha contado con varios sobresaltos durante su concentración. Primero fue la ausencia de Adler, luego la pérdida definitiva de su capitán Ballack y esta semana el incidente de Müller, pero la selección germana no pareció acusar ninguno de estos incidentes sobre el césped.
Un tempranero penalti transformado por Podolski allanó el camino del equipo teutón, que confía en la nueva generación de futbolistas para volver a estar en lo más alto. Mario Gómez, tras la reanudación, marcó el de la tranquilidad y el brasileño nacionalizado alemán Cacau puso la sentencia en el 73.
Por su parte, Estados Unidos, que perdió ante la República Checa en su primer encuentro de preparación, se redimió (2-1) ante Turquía, que no estará en el Mundial. Turan adelantó a los otomanos a los 26 de juego, pero en la segunda parte los nortemaericanos dieron la vuelta al marcador.
El jugador del Villarreal Altidore y Dempsey firmaron dos tantos en poco más de quince minutos y los locales se despidieron de su público con una alegría. Tras el buen papel de la Copa Confederaciones, los de Bob Bradley buscarán su pase a octavos ante Inglaterra, Argelia y Eslovenia en el Grupo C del Mundial.
Por último, la Serbia de Radomir Antic cayó derrotada (0-1) por la mínima ante Nueva Zelanda. El combinado oceánico, que fue rival de España en la Copa Confederaciones y que aspira a hacer un papel digno en Sudáfrica, logró la victoria gracias al solitario tanto de Smeltz en el minuto 22, que sembrará algunas dudas en los Zigic, Vidic y compañía, aspirantes al papel de selección revelación.
