El Real Madrid afronta este martes (19.00 horas/laSexta) ante el Standard de Lieja en el ‘Stade de Sclessin’ una nueva prueba en su pretemporada, la segunda en Europa tras el partido de homenaje a Franz Beckenbauer en Múnich y la cuarta tras los encuentros en Estados Unidos frente al América de México y el Galaxy de Los Angeles.
Los dos primeros amistosos, ambos saldados con un 2-3, y con remontada incluida, permitieron a José Mourinho empezar a sacar sus primeras conclusiones, la mayoría positivas, aunque algunas menos buenas. Por su parte, la cita alemana sirvió, además de para confirmar el ‘cerrojo’ que hay en la portería, para aumentar las credenciales con las que cuentan los titulares frente a sus hipotéticos sustitutos.
Por ello, este nuevo choque, que servirá para que el técnico de los blancos continúe con el banco de pruebas de la delegación capitalina antes del inicio de la temporada oficial, marcará asimismo una importante revolución con respecto a los encuentros precedentes al estar programado desde hace días un once inicial repleto de sorpresas.
Unicamente Iker Casillas en la meta, Sergio Ramos desplazado al centro de la zaga y Gonzalo Higuaín como punta de lanza, serán los mimbres que repitan en la pizarra inicial con vistas a lo diseñado el pasado viernes en suelo teutón, siendo ambos los aparentemente fijos en el esquema que presentarán los madridistas en el estreno en Liga en Son Moix ante el Mallorca el 28 de agosto.
Por ello, Mourinho ha propuesto novedades para este nuevo examen con el objetivo de la redención de los menos habituales. Así, la defensa estará cubierta por Alvaro Arbeloa, Raúl Albiol y Royston Drenthe; la medular por Fernando Gago, Lass Diarra, Rafael Van der Vaar y Esteban Granero; mientras que en la delantera será el galo Karim Benzema el que apuntale las opciones como segundo punta.
El objetivo de los blancos, amén de continuar con la imbatibilidad en lo que va de pretemporada, no es otro que comprobar la amplitud de la plantilla, ya que este envite supondrá una prueba de fuego para que los teóricamente suplentes repliquen el esquema aún indefinido del preparador luso.
Y es que tanto el galo Lass como el holandés Drenthe han estado por debajo de las exigencias de Mourinho, mientras que Esteban Granero, a pesar de que han sido de los que más tiempo llevan trabajando, continúa lejos de su versión del pasado curso, lo que hace especular que sea una de los presumibles salidas en caso de la inminente llegada del germano Mesut Özil.
No obstante, el reto del los suplentes es asumible. El Standard de Lieja, pese a que esté más rodado que el Real Madrid tras llevar hasta la fecha tres jornadas ligueras completadas –marcha sexto en el certamen belga– ha perdido parte de sus credenciales continentales tras concluir en octavo lugar el último campeonato doméstico.
Los pupilos de Dominique D’Onofrio están inmersos en plena vorágine de remodelación tras la marcha de sus estrellas, como el belga Igor de Camargo (Borussia Moenchengladbach), el serbio Milan Jovanovic (Liverpool) o el congoleño Dieumerci Mbokani (AS Mónaco). Ante esto, las esperanzas locales quedan en manos de los internacionales belgas Steven Defour y Axel Witsel, o del defensa Daniel Opare, cedido por el propio Real Madrid.
