El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Angel María Villar, ha asegurado que en las últimas horas se ha sentido «más arropado que nunca», reconociendo que le ha dado «pena» que la Candidatura Ibérica para ser sede del Mundial de 2018 no resultara elegida por los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA, que se decantaron por la de Rusia.
Así, reconoce tener sensaciones encontradas: «En primer lugar, de gratitud enorme a todos los que nos han votado, porque han confiado en nosotros; a todos los que nos han ayudado y deseado nuestra victoria, y a todos los trabajadores de la ‘Candidatura Ibérica’, que han hecho un esfuerzo extraordinario, acreditando que España y Portugal podían organizar una Copa del Mundo con todas las garantías».
«Me queda la pena –añade– de no haber podido dar esta alegría a dos países maravillosos, vecinos y hermanos y a todo el fútbol, que sigue con intensidad y con pasión en nuestros hogares, en nuestras familias, en nuestros corazones».
Villar no considera que alguien le haya «fallado», ya que piensa que «cada país vota lo que cree en conciencia que es mejor para sus intereses y para los del fútbol mundial y no hay más compromiso que la conciencia de cada uno».
Además, recalca que en absoluto se ha sentido sólo. «Al contrario, más arropado y con más cariño que nunca porque todo el mundo sabe bien lo que hemos hecho y el trabajo que hemos presentado», explicó, a su regreso desde Zurich, donde el jueves tuvo lugar la elección, en palabras al web de la Federación, que recoge Europa Press.
«Hicimos las cosas bien –considera–, actuamos con honestidad y con limpieza. En la vida, cuando uno no gana debe felicitar al ganador y Rusia organizará un Mundial extraordinario por lo que debemos felicitarlos y, a partir de hoy mismo, ayudar en lo que se nos pida».
Además, defendió su discurso en la presentación final, donde aprovechó para defender a sus compañeros de la FIFA de las acusaciones recibidas en los últimos meses sobre posibles sobornos: «No me agradan los discursos políticos, me gustan las cosas que nacen del corazón. No quería hacer una exposición institucional sino una expresión de mis sentimientos sobre el fútbol mundial».
«Llevo cincuenta años disfrutando de este maravilloso deporte, he sido futbolista y dirigente. Hablo el idioma del fútbol y lo único que sucede es que esta vez no hemos ganado. Y he defendido la limpieza de las votaciones y de las candidaturas y el trabajo impresionante que la FIFA hace en el mundo cada día», reiteró.
Finalmente, dejó claro que no dejará que este golpe le afecte de cara al futuro. «La vida es una sucesión de caídas y ¡ay de aquel que no se levante! Tenemos mucho que hacer por delante. Seguiremos trabajando por el bien del fútbol», sentenció.
