¿Quién es el lumbreras que con 1-4 en el marcador decide poner la megafonía a todo volumen para cantar el gol de Nino? Imagínense ustedes el escenario. Estadio Heliodoro Rodríguez López. El filial del Barcelona gana por 0-4, lluvia y granizo en el coliseo capitalino y deserción masiva de los aficionados. Minutos antes del pitido final, el Tenerife marca el gol de la honrilla y el ‘speaker’ empieza a celebrar el tanto como si fuese una acción decisiva.
Evidentemente, a Miguel Concepción, más pendiente de otros procelosos negocietes, todo esto le trae al pairo. Él se quiere marchar y ya le viene dando igual si es con el equipo en Segunda A o en Segunda B. Sea el resultado que sea, quiere marcharse volando (nunca mejor dicho).