Miguélez: "Cuando acabe la era Mourinho, a Karanka no le valdrá desmarcarse"
La convulsa temporada del Real Madrid, con el título de Copa del Rey en sus vitrinas, ha dejado sin embargo, a algunos de sus profesionales tocados o damnificados.
José Mourinho es uno de ellos, más allá de la consecución de éxitos, la losa del 5-0 del Camp Nou, la pérdida de la Liga y de la semifinal de Champions, el efímero idilio con la selección portuguesa o la sanción de la UEFA, son algunos pesos que el técnico portugués tendrá que cargar sobre su espalda durante la próxima temporada.
Y en esta línea se encuentra Aitor Karanka, segundo entrenador del Real Madrid. Sin que le afecten tanto los aciertos o errores deportivos, el ex jugador madridista ha adoptado en las últimas semanas un rol peligroso que le puede colgar un cartel difícil de quitar.
Sobre esto escribe José Miguélez, redactor jefe de deportes de Público, en su blog en SportYou —Karanka, el defensa marcado–, donde desacredita al vasco de cara a sus futuros proyectos profesionales en los banquillos:
«Es evidente que Karanka obedece, que el ruido de sus palabras viene teledirigido por quien se esconde tras su espalda, pero el central ha llevado demasiado lejos esa sumisión que no viene contemplada en su contrato. Karanka ya no se limita a pasar el trago y sortear el marrón de hacer las veces de Mou con respuestas evasivas o conciliadoras. Desde el día del plantón, el otrora defensa central pone especial énfasis a la hora de firmar personalmente el discurso de su jefe. Y hasta saca pecho por ello».
El periodista entiende como decisiva para la carrera del técnico la labor mediática que está desempeñando en las últimas semanas en el Real Madrid, continuando siempre con el discurso de José Mourinho, su jefe inmediato:
«Está en su derecho Karanka a comportarse como quiera. Porque deberá cargar con su actuación durante lo que dure su carrera en los banquillos. Karanka es el dueño de su conducta. Y para bien o para mal, estos días le dejan marcado. Cuando acabe la era Mourinho, no le valdrá desmarcarse».