Carlin: "Levanten la mano los aficionados del Madrid que aplaudieron la táctica de Holanda"
El periodista y escritor británico, John Carlin, a menudo demuestra que no tiene problemas en criticar abiertamente la figura de José Mourinho —De ‘Mouros’ y Cristianos–, o de quién sea en cada caso, sin escrúpulos y sin tapujos. Además, el diario en el que lo hace, El País, parece que también la tiene tomada con el entrenador portugués, sea por lo que fuere, pero sus redactores y columnistas han venido atizando al técnico luso a lo largo de toda la temporada —¿Está Valdano detrás de la campaña de El País contra Mourinho?–. Y por inercia, también al Real Madrid.
Pero en esta ocasión, Carlin utiliza una sutileza mayor para seguir por la vía de la crítica hacia los planteamientos de José Mourinho en los clásicos contra el Barça, y lo hace solicitando a Sir Alex Fergurson que trate de jugar bien al fútbol en la próxima final de Champions en Wembley.
El periodista equipara en su columna —Del veneno a la fiesta–, al juego de la selección holandesa en la final del Mundial contra España, al del Real Madrid frente al Barcelona en los últimos partidos. Así, el británico hace un sondeo en su artículo:
«Levanten la mano los aficionados del Madrid que aplaudieron la táctica y la actitud de los holandeses en Johanesburgo. Y levanten la mano los que celebraron el juego de su equipo contra el Barça en la ida de la semifinal europea. Se supone que habrá una sana convergencia de criterio, que veremos las mismas manos alzadas en ambos casos, ¿no? ¿O será (horror) que la afiliación tribal nubla la racionalidad de los futboleros? No, no puede ser. No seamos malpensados».
El escritor espera un Manchester United sin complejos, aunque reconoce una plantilla con más carencias que la del Real Madrid y sabe que el precedente no es alentador para los ingleses: perdieron la final de la Champions en 2009 ante el mismo rival que esperan el próximo día 28 de mayo de 2011.
John Carlin parece aún anestesiado por los partidos Madrid-Barcelona, y espera que la final de Wembley se convierta en una oda al fútbol de buen gusto. Apunta el escritor:
«El fútbol se merece una final digna y festiva. Demasiado veneno ha corrido últimamente por las venas de un deporte que entusiasma a más seres humanos que la cristiandad y el islam o incluso que el Iphone».