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Lo que nos espera en la segunda vuelta

Lo que nos espera en la segunda vuelta
Estadio de fútbol Shutterstock

Después de su exitosa temporada pasada con el doblete de la Liga y la Champions League, sumado al baño que le dio en verano al Barcelona en la Supercopa de España, nadie podía imaginar que el Real Madrid cerraría la primera vuelta liguera con la mayor desventaja de su historia respecto al club catalán. Es cierto que los blancos llevan un partido menos, pero la cosa no cambiaría demasiado aunque contara con los tres puntos de su partido aplazado frente al Leganés.

Ahora que la Liga encara la segunda vuelta, analizamos los objetivos que persiguen no solo el Madrid y el Barça, sino también el resto de clubes de la Liga, así como las fechas que deben marcar en rojo para salvar una temporada que ya ha dado varias sorpresas y que está generando grandes oportunidades para aprovechar al máximo las distintas promociones de las mejores casas de apuestas.

El Madrid necesita ganarse a la afición
Será cuestión de carisma, o quizá del respeto por los logros obtenidos y por su pasado glorioso como jugador, pero lo cierto es que el Real Madrid está teniendo más paciencia con Zinédine Zidane de lo que acostumbra. De hecho, el equipo ha obtenido 32 puntos en 18 partidos de la Liga, cinco puntos menos de los que contaba el club cuando Rafa Benítez fue destituido en enero de 2016 con la misma cantidad de partidos disputados.

Llegados a este punto, el campeonato liguero solo va a suponer un problema para Zidane. Por mucho que cambie la dinámica y empiece a acumular victorias sin parar, parece improbable que recorte su desventaja respecto al eterno rival, por lo que supondría un esfuerzo y un desgaste en vano a efectos de luchar por el título, y solo serviría para salvar los muebles y evitar las críticas. En cambio, si los problemas persisten y el Madrid sigue dejándose puntos con empates y derrotas intolerables para la exigente afición blanca, cada semana que pase hasta finales de mayo se va a convertir en un mal trago para la plantilla y para el técnico galo.

De momento, en el horizonte próximo se avecina la visita a Mestalla, donde el Madrid ha obtenido un empate y dos derrotas entre sus tres últimas citas allí disputadas, incluyendo el 2-1 de la pasada campaña. Ya más adelante, para principios de abril, está el derbi contra el Atlético de Madrid en el Bernabéu, mientras que el Clásico en el Camp Nou no se disputará hasta principios de mayo. Para entonces pueden haber cambiado muchas cosas, para bien o para mal.

En cualquier caso, el punto de inflexión de esta segunda mitad de la temporada lo marcará el cruce de octavos de final de la Champions contra el Paris Saint-Germain. El pase a cuartos daría un poco de aire a los blancos, pero la eliminación supondría a todas luces el fin de Zidane en el banquillo.

El Barça, a convertir sus éxitos en título
De nada sirve ser campeón de invierno o cerrar la fase de grupos de la Champions como líder invicto, si en mayo no alzas trofeos. En la Liga, el Barcelona camina sobre una alfombra roja sin que nadie le tosa, pero el reciente tropiezo en la ida de cuartos de la Copa frente al Espanyol demuestra que la frontera entre el éxito y el fracaso es muy difusa, y que no hay ningún equipo invencible.

Los de Ernesto Valverde no deberían tener demasiados problemas para continuar con su senda triunfal en la Liga durante el próximo mes y medio, con partidos muy asequibles sobre el papel. A principios de marzo llegaría el duelo contra el Atlético en el Camp Nou, pero realmente la clave estará en abril. Si consigue eliminar al Chelsea en octavos, la cosa se empezará a complicar más en la Champions y coincidirá con una serie de citas exigentes en la Liga: la visita al Sánchez Pizjuán, el duelo en casa ante el Valencia, la visita a un Celta de Vigo que ya le ha quitado puntos al Barça en la Ciudad Condal o el partido en casa ante el Villarreal.

Si por entonces los culés acucian el cansancio, entonces quizá el Clásico en el Camp Nou sea más relevante de lo que ahora pueda parecer. Al fin y al cabo, ya hemos visto que nadie podía imaginar la debacle del Madrid en esta primera mitad del curso, por lo que tampoco es imposible que ahora se cambien las tornas.

El (desigual) pulso entre la BBC y la MS
Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale han concluido la primera vuelta con 10 goles anotados entre los tres, frente a las 30 dianas firmadas entre Leo Messi y Luis Suárez. Especialmente espinoso es el registro de Cristiano, quien ha marcado los mismos goles que Bale con más del doble de minutos jugados.

El delantero luso ha pasado de promediar más de un gol por partido a contar con una media de 0,28 goles por partido, lo que supone el mayor bajón de forma y de puntería en toda su larga y exitosa trayectoria profesional. De Benzema cada vez sorprende menos que no alcance los números que se esperan del ‘9′ titular del Madrid, mientras que Bale hace lo que puede cuando se lo permiten las lesiones.

En cambio, el Barça apenas ha notado la ausencia de Neymar. Messi se echó el equipo a la espalda durante el arranque de la temporada hasta que apareció Suárez, quien ya ha cogido el ritmo e incluso amenaza con quitarle el Pichichi a su compañero. La eficacia de este dúo le ha permitido a la afición culé olvidarse de que su club se gastó 145 millones en Ousmane Dembélé, quien tan solo ha disputado cuatro partidos de la Liga y todavía está a la espera de estrenarse como goleador con la camiseta blaugrana.

El Atlético, a lo suyo
Los rojiblancos se han visto demasiado penalizados por sus errores en la presente temporada: con solo tres derrotas sufridas entre los 30 partidos que han disputado, ya están fuera de la Champions, el título de la Liga se ve demasiado lejano y su continuidad en la Copa está en serio peligro.

Los fallos cometidos hasta el momento han dañado en exceso a un equipo que, al fin y al cabo, tan solo ha perdido un partido durante la primera vuelta de la Liga, donde además cuenta con el mejor registro defensivo: ocho goles en contra en 19 jornadas. Sin embargo, no todo está perdido para los de Diego Simeone. Es cierto que la Europa League sabe a poco después de haber rozado la gloria en la Champions varias veces, pero no deja de ser un título continental; en la Copa es posible remontar ante un Sevilla que ya no es tan temible como local; mientras que en la Liga tiene que seguir presionando y esperar a que el Barça decaiga en algún momento.

Además, la llegada de Diego Costa y de Vitolo ha supuesto aire fresco y un importante impulso en el plano ofensivo para que la afición colchonera vuelva a soñar con grandes cosas. Especialmente importante será el encuentro frente al Valencia a principios de febrero en el Wanda Metropolitano, aunque al Atlético también le quedan pendientes exigentes citas a domicilio en la Liga: el Sánchez Pizjuán a finales de febrero, el Camp Nou y el Estadio de la Cerámica en marzo o el derbi en el Bernabéu a principios de abril.

La disputada pelea por Europa
El Villarreal y el Sevilla no pueden despistarse ni un pelo, porque les va Europa en ello. Tras cerrar la primera jornada en la quinta y la sexta posición con 31 y 29 puntos, respectivamente, la batalla por los puestos europeos cuenta con muchos contendientes y el más mínimo error puede ser crucial.

A dos puntos del Sevilla se encuentran el Real Betis y el Eibar, seguidos inmediatamente por el Getafe y el Girona, sin que tampoco se pueda descartar a equipos como el Athletic de Bilbao o el Celta de Vigo. Teniendo en cuenta que es muy probable que el título de la Copa se lo acabe adjudicando uno de los cuatro clubes del cabeza, el listón para acceder a la Europa League caería al séptimo puesto, lo que abre todavía más la pelea.

De esta forma, clubes como el Eibar o el Girona se ven con la oportunidad de acceder por primera vez en su historia a un torneo continental, aunque a muchos se les puede hacer demasiado larga la temporada y podrían empezar a perder fuelle a medida que pasan las semanas, como tantas veces les ha sucedido a los clubes más modestos.

Por lo tanto, todavía queda mucha temporada, para bien o para mal de muchos equipos, y nada hay escrito. Muchos han sido los equipos que han cambiado de entrenador durante la primera vuelta (algunos incluso dos veces, como es el caso del Alavés y Las Palmas), y lo más seguro es que de aquí a mayo rueden más cabezas.

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