Casanovas: "Rosell va ahora con el freno de mano echado, no quiere que Wenger les vuelva a robar la cartera"
Josep María Casanovas, editor del diario Sport, ha publicado en su espacio de opinión dentro de la web del periódico un artículo en el que defiende la filosofía de Sandro Rosell, actual presidente del Fútbol Club Barcelona, en comparación con la de su antecesor en el cargo, Joan Laporta. – «Rosell no quiere parecerse a Laporta en los fichajes» –
Según Casanovas, Rosell está intentado imponer una filosofía de negociación en la que la postura del Barça sea firme, y en la que no se deje manipular por otros clubes que piden cantidades ingentes de dinero por los jugadores. En el polo opuesto, según el periodista, está el antiguo presidente, Laporta, que realizó algún que otro negocio ruinoso.
J. Mª. Casanovas: «Rosell no quiere hacer de Laporta. Quiere marcar un estilo duro de negociación, no quiere que le vendan gato por libre. La directiva de Rosell vive traumatizada por un fichaje que se vendió a bombo y platillo y acabó siendo un negocio económico ruinoso. Nos referimos a Ibrahimovic, el prototipo de lo que no se puede volver a repetir. Laporta lo ficho en Milán en una noche de vino y rosas. Costó lo que no valía y encima se llevaron a Eto´o»
También recuerda otras contrataciones de la época de Joan Gaspart, en las que el rendimiento de los jugadores en comparación con el precio que se pagó por ellos fue muy desproporcionado.
J. Mª. Casanovas: «Si echamos la mirada atrás, nos encontramos que los fichajes de Overmars y Petit fueron otro error histórico. Con estos precedentes a la vista la directiva de Rosell va ahora con el freno de mano echado, no quiere que Wenger les vuelva a robar la cartera o que Pozzo haga el negocio de su vida con Alexis»
Y concluye comparando la situación del fichaje del Cesc, en el caso de que fuese la directiva de Laporta la que estuviese presidiendo el club blaugrana y no la de Sandro Rosell.
J. Mª. Casanovas: «Rosell es poco amante de los gestos de cara a la galería, su formación profesional le hace mirar los números más que las fotos. Es posible que Laporta ya tuviera fichado a Cesc si hubiese seguido en el Barça. Rosell prefiere esperar manteniendo un pulso económico que espera ganar»