Con cinco clásicos Madrid-Barça disputados a lo largo de la pasada temporada, más los choques llevados ante el Comité de Disciplina de la UEFA —Barça y Madrid se denuncian ante la UEFA–, más el problema entre directivas —El Barcelona romperá las relaciones con el Real Madrid–, más la confrontación dialéctica entre los entrenadores de sendos equipos —«Él es el puto jefe y el puto amo en esta sala»–, el partido más importante del fútbol español se ha alargado enormemente en el tiempo en lo que va de 2011. Pero es que además, no ha empezado la nueva temporada y las disputas entre ambos clubes por un calendario mal colocado ya tienen el pistoletazo de salida —Chapuza de la RFEF con el calendario y los Madrid-Barça–.
Por último, durante el verano, con el fútbol parado a excepción de los jugadores que participan en la Copa América de selecciones, otra de las disputas gira en torno al rearmamiento futbolístico que Real Madrid y Barça están llevando a cabo. Siempre mirando de reojo al contrario, las secretarías técnicas de ambos clubes echan humo para configurar la mejor plantilla posible en base a lo que Josep Guardiola y José Mourinho solicitan.
En esas, por el momento, la balanza cae hacia el lado madridista, que ya ha realizado cuatro contrataciones desde que terminó la pasada campaña. Fabio Coentrao, procedente del Benfica, ha sido el último en sumarse al proyecto, después de que lo hubieran hecho José Callejón (Espanyol), Sahin (Borussia Dortmund), Hamit Altintop (Bayern Múnich) y Varane (Lens).
Por su parte, el F.C. Barcelona, suma en mayor medida fracasos que éxitos en sus intentos por traer a los jugadores deseados —El Barça se estanca en el mercado de fichajes–, y de esta forma, únicamente ha podido firmar a Kiko Femenía, procedente del Hércules, por 2,5 millones de euros, como único refuerzo para la próxima campaña.
Un clásico veraniego que por el momento, gana, en cantidad al menos, el Real Madrid.
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