Salió Higuaín y en el minuto 42 dejó más tranquilos a los madridistas
La Liga cobró vida este 10 de septiembre de 2011, gracias en buena medida a una siesta. La que se echó el todopoderos Barça en Anoeta, tras el descanso de su partido contra la Real Sociedad.
Se habían ido los azulgranas al vestuario con un 0-2 favorable, hecho en apenas 11 minutos.
Parecía que el partido estaba más que archivado y sólo cabía esperar a la próxima jornada.
Pero al suicidio inicial de la Real respondió el Barcelona con una desidia impresentable. Desde que Cesc marcó el segundo, la modorra se fue apoderando del Barça y a la salida del vestuario tras el descanso, la caraja era monumental. Una siesta suicida.
Acabó el partido con empate 2-2 y con dos puntos menos para los azulgranas, que pesaran como una losa al final, si las cosas son como deberán ser.
Y en el Estadio Santiago Bernabéu estuvo a punto d epasarle algo parecido al Real Madrid.Al igual que el otro aspirante al trono, los de Mourinho salieron como fieras, se adelantaron pronto y, también alineados con su eterno rival, se tumbaron en la blanda hierba y sestearon.
Y el getafese fue hacia arriba con timidez, con poca gente, pero animado por los ojos cerrados del Real, que parecieron no entender que el Barça se había dejado puntos similares en Anoeta.
Como escribe Luis Nieto en AS, se detecta que el Madrid ha pulido el juego a un toque en el tramo final. Velocidad, desmarque y precisión reunidos en tiempo y forma.
Así llegó el 1-0, tras espectacular secuencia Özil-Marcelo-Coentrao-Özil-Benzema. Se repetiría después, con peor estocada de Coentrao, que no contiene su vocación de llegador, virtud y pecado, según los casos. Se ahorra en exceso los trámites, pero le encontrarán siempre cuando huela a gol.
Después se abandonó el Madrid y fue recapitalizándose el Getafe. El partido se le hizo más habitable en cuanto el rival le quitó velocidad a su carga.
Y en esas llegó el gol de Miku, habilitado por Coentrao. Entonces afloraron su virtudes: la picardía de Sarabia, el peligro sordo de Pedro Ríos, el gatillo fácil de Miku, su jugador más influyente.
Y se entró en el intercambio de golpes. Pegó más el Madrid, pero también tocaron su mandíbula. Cristiano mandó una chilena al palo; Coentrao falló un gol a puerta vacía y le anularon justamente otro; Clos, el de los trece errores (catorce ya), vio penalti de Cata a Cristiano donde sólo había falta. Equivocación de bulto, quizá decisiva.
Luego llegó el pase de Cristiano a Benzema para el 3-1, pieza de orfebrería de 40 metros de longitud. Un gol de alta costura. Entró Kaká para resolver lo que parecía resuelto y Miku decidió que habría pelea hasta el final, tras desempañar, con un recorte a Carvalho, el camino al 3-2. Higuaín, previo taconazo de Kaká, tuvo la última palabra.
Fue la puntilla a un Getafe que casi arruina la apocalíptica campaña de Del Nido.
Ficha del partido
- Real Madrid: Casillas, Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Xabi Alonso, Coentrao, Di María (Kaká, min. 72), Özil (Higuaín, min. 85); Cristiano Ronaldo y Benzema (Granero, min. 90).
- Getafe: Moyá; Cata Díaz, Miguel Torres, Valera, Masilela; Lacen, Casquero (Barreda, min. 70), Pedro Ríos (Colunga, min. 80), Sarabia (Güiza, min. 70), Juan Rodríguez; Miku.
- Goles: 1-0, min. 15, Benzema. 1-1, min. 40, Miku. 2-1, min. 60, Cristiano Ronaldo, de penalti. 3-1, min. 69, Benzema. 3-2, min. 73, Miku. 4-2, min. 88, Higuaín.
- Árbitro: Clos Gómez (Col. Aragonés). Amonestó a Cristiano Ronaldo (min. 20), Carvalho (min. 68), Xabi Alonso (min. 81) por parte del Real Madrid y a Valera (min. 20), Casquero (min. 44), Miguel Torres (min. 83) por parte del Getafe. Expulsó al entrenador del Getafe, Luis García, por protestar.
- Estadio: Santiago Bernabéu. 75.000 espectadores.