Entonces salieron Benzema y Kaká a disfrutar de los descampados concedidos por un Sporting derrotado
El entrenador del Sporting, Manuel Preciado, ha reconocido que el Real Madrid es un «enorme equipo» que hoy «ganó con justicia» en El Molinón.
«Hemos competido hasta donde pudimos», ha afirmado el técnico rojiblanco, que ha asegurado que el primer gol que marcó Di María condenó a su equipo.
«La primera parte la llevamos bien, pero con el 0-2 todo se acabó y, aunque estuvimos metidos en el partido durante muchos minutos, el Real Madrid está en un estado de forma tremendo y además tiene unas enormes ganas de ganar».
En su opinión, hoy por hoy, el Real Madrid «es mucho mejor equipo que hace un año y ha dado un gran paso adelante», aunque ha advertido de que el Barcelona «sigue siendo un gran equipo».
Sobre el fallo defensivo que permitió al equipo blanco adelantarse en el marcador, Preciado ha dicho que el Real Madrid hace pagar cualquier error y que probablemente contra otro equipo no hubiese pasado nada.
Sobre el árbitro del partido, Eduardo Iturralde, dijo que no había cambiado su opinión sobre él tras el encuentro, que le sigue pareciendo magnífico y que, quizás hoy, al sacar tantas tarjetas, quería que el encuentro no se le fuese de las manos.
EL PARTIDO DE UN EQUIPO ELÉCTRICO
Al principio, la ausencia de Xabi Alonso en el centro de la formación la notaba el Madrid con la misma extrañeza con la que el amputado nota el fantasma de la pierna perdida. Para empezar la faena necesitó echar mano del olvido: de Xabi Alonso y de la amplia zona sobre la que ha levantado sus dominios. Y pese a eso, encontró en la despensa suficientes recursos para una victoria sin aprietos.
Pepe, Ramos y Lass eligieron entonces largas diagonales hacia Di María, Cristiano y Marcelo sin pasar por la reflexión de las paradas intermedias. Desde los costados se aplicó a la auscultación de la doble muralla de cuatro entre las que se añadía Eguruen como apuntalador.
Cuenta David Alvarez en ABC que antes de que le diera tiempo a palpar nada, irrumpió Iturralde con una ráfaga de ocho minutos de tarjetas que empezó sobre el banquillo del Madrid con la expulsión de Rui Faria, ayudante de Mourinho.
Siguió en el mismo banquillo con una amarilla a Callejón, saltó al campo a Eguren, Barral y Trejo y terminó otra vez en la banda, en el banquillo del Sporting, con una amarilla a Bilic. Una extraordinaria disonancia entre la intensidad del partido y las percepciones de Iturralde, que después respiró y dejó paso por fin al juego.
Entonces, en esa búsqueda de una grieta en las hileras sportinguistas, Di María identificó el despiste de Damián en la derecha.
En un mal despeje, le robó una pelota con la que dejó solo a Higuaín, aunque en fuera de juego. Pero había localizado la herida, y por allí insistió.
Un minuto después intentó un mal sombrero para superar a Damián, que se hizo con el balón, aunque para otro mal rechace, que aprovechó esta vez por su cuenta el argentino culebreando cerca de la línea de fondo hasta enfrentar a Juan Pablo, quien quiso adivinar un pase atrás y se encontró con que Di María había elegido para el gol el camino que arrancaba en el palo corto. Una maravilla.
También Cristiano se aplicó luego a castigar el flanco derecho de Damián, pero por allí ya no caían más frutos y el partido se fue deslizando hacia el descanso, con un Sporting que cuando salía de su aplastamiento contra la propia área amenazaba apenas con las carreras de un solitario Barral.
Prueba de confianza
Pero el partido de El Molinón debía valer para algo más que para el reparto de los puntos. También se medían en Gijón las confianzas de Mourinho, en ausencia de la viga maestra en que se ha erigido Xabi Alonso.
Las alineaciones imaginadas los días antes se chocaron con las certezas del portugués, que a día de hoy comienzan por que Ramos ha encontrado su acomodo en el centro de la defensa.
Después, en casos excepcionales como ayer, lo que más se ve son las desconfianzas: ni Sahin ni Granero para conducir el equipo; ni Albiol ni Varane parar sostenerlo atrás.
Mourinho prefirió añadir un puesto más al creciente catálogo de posiciones de Coentrao y situarlo como lateral derecho. Y prefirió también un centro del campo que fuera más lugar de choque y espera que zona de tránsito.
En el segundo tiempo, el Madrid necesitó aún menos que la pelota se entretuviera por ese centro abandonado. Con algún espacio más por la bajada de intensidad del Sporting y con un Ozil más desaparecido que intermitente, descollaron los fogonazos de Cristiano, Marcelo y Di María, que por ahora es como funciona su fútbol aplastante cuando falta Xabi Alonso.
El argentino añadió a su gol una asistencia a un hueco en el área al que llegaba Cristiano, que recortó al portero y marcó el segundo con casi tan poco ángulo como en el engaño del primero.
Entonces salieron Benzema y Kaká a disfrutar de los descampados concedidos por un Sporting derrotado. Los explotaron junto con Cristiano, siempre al borde de otro gol, divirtiéndose con un balón que circulaba eléctrico.
Aunque quien se anotó el tercero fue Marcelo, soberbio toda la tarde, que le rebañó un balón a Benzema, recortó a un defensa en la esquina del área y marcó en la escuadra más lejana.
FICHA DEL PARTIDO
- Sporting de Gijón: Juan Pablo; Damián, Botía, Gregory, Canella; Eguren; Trejo (Nacho Novo, min.73), André Castro (Sangoy, min. 67), Nacho Cases, De las Cuevas; y Barral (Bilic, min. 78).
- Real Madrid: Iker Casillas; Fabio Coentrao, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Khedira, Lass Diarra, Di María (Albiol, min.75), Özil (Kaká, min.81), Cristiano Ronaldo; e Higuaín (Benzema, min.76).
- Goles: 0-1. Min. 35. Di María roba el balón a Damián, pisa el área y sorprende, sin ángulo, a Juan Pablo. 0-2. Min. 56. Di María, con un pase en profundidad, encuentra a Cristiano y el portugués cruza el balón.0-3. Min. 90. Marcelo, con calidad, fusila a Juan Pablo.
- Arbitro: Iturralde González (Comité vasco). Mostró cartulina amarilla a Barral (24′), Trejo (27′), Nacho Cases (45′, Bilic (27′) -sentado en el banquillo-; expulsó del banquillo a Rui Farias (18′), ayudante de Mourinho, y amonestó a Callejón (también por protestar desde el banquillo). Expulsó también a Eguren por doble amarilla (80′).
- Incidencias: Unos 27.000 espectadores acudieron al estadio de El Molinón. Casi lleno.