Gil Marín: "Nadie se acuerda de mí cuando las cosas van bien"
«¿El Atlético te está costando un riñón?» Con un juego de conceptos comenzaba José Ramón de la Morena el tiempo de radio deportiva en El Larguero de la cadena SER, con la presencia en exclusiva de Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid.
El club colchonero vive uno de los momentos más difíciles de los últimos años, aunque la tesitura de la destitución de un entrenador se ha venido produciendo con cierta frecuencia en los últimos tiempos en la casa del Manzanares.
De la Morena interrogó a Gil Marín, el máximo accionista del club, en una charla que generó ciertos momentos de tensión dialéctica —AUDIO–:
De la Morena: ¿Por qué le han tratado tan mal [a Manzano]?
Gil Marín: Porque el fútbol es así. El club no le ha tratado mal. Le han tratado mal los compañeros de la prensa.
De la Morena: «No, que va, yo no quiero ser corporativista pero los compañeros han contado lo que pasaba, ¡qué coño mis compañeros! Ha sido cruel lo que ustedes han hecho con él. Eso sí es cruel. Tenerle sentenciado en la sartén friéndose».
No obstante, Gil Marín prosiguió con su retahila en contra de los medios de comunicación y su supuesta manipulación en los distintos aspectos que rodean al fútbol:
«Quien maneja esto es la prensa. La presión se le metió desde el primer día a Manzano. A Manzano se le faltó al respeto desde el primer día diciendo que era el cuarto plato. Los medios de comunicación condicionan el estado de ánimo de los aficionados».
LA VENTA DEL CLUB, LAS CRÍTICAS Y SIMEONE, EN EL DIÁLOGO
El prestigioso locutor al frente de la entrevista, José Ramón de la Morena, pinchó en algunas de las cuestiones más incómodas que afectan tanto al club como al propio consejero delegado. Algunas de sus respuestas fueron:
«Queremos que el lunes esté Simeone en Madrid y que comience a trabajar ya para unirse al equipo a su vuelta el día 29 de diciembre».
«¿Si estoy hastiado? No. Sigo teniendo ilusión y fuerzas. ¿Si he pensado salir? Millones de veces. Esa salida se dará cuando alguien llegue y nos dé lo que es justo por nuestras acciones. «Tengo el 56% de las acciones. Entre el 2003 y 2004 hemos puesto 54 millones de euros».
«En el fútbol hay una exigencia excesiva por dar explicaciones. Yo solo salgo para apagar incendios. Nadie se acuerda de mí cuando las cosas van bien».
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