El Chelsea ha sufrido para vencer (1-2) ‘in extremis’ al Wolverhampton, con lo que se reencuentra con la victoria tras cuatro partidos sin conocer el sabor del triunfo, en una jornada en la que además, el Arsenal ha caído derrotado (2-1) ante el Fulham.
El portugués André Villas Boas confió en el triunvirato español, Fernando Torres, Juan Mata y Oriol Romeu, para asaltar el Molineux Stadium. Pese a ello, el primer tiempo que firmaron los ‘blues’ ante uno de los peores equipos de la Premier, resultó anodino y ciertamente frustrante para sus seguidores, que veían cómo su equipo encaraba el vestuario sin ningún gol a favor y sin apenas crear peligro.
Ya en el segundo acto, los londinenses comenzaron a dar síntomas de peligro, pues en el minuto 54, un córner botado por Mata encontró la cabeza del brasileño Ramires, que hacía el primer tanto. Con el paso de los minutos, los locales empataron la contienda, por medio de Stephen Ward. Pese al miedo que atenazó al Chelsea, sería su capitán Lampard con una llegada desde segunda línea, el que rompería las tablas y le otorgaría una balsámica victoria a su equipo.
CROUCH LE DA ENVERGADURA AL STOKE
El Swansea sumó un cómodo triunfo (0-2) ante el Aston Villa, con tantos de Dyer y Routledge en los primeros compases de la primera y la segunda parte, respectivamente. Mientras que el Queens Park Rangers cayó derrotado (1-2) ante el Norwich City, pese a adelantarse en el marcador con gol de Barton, que fue neutralizado con los tantos de Pilkington y Morison.
Por su parte, el Arsenal perdió (2-1) en los últimos cinco minutos, en un duelo en el que los ‘gunners’ se marcharon a la caseta con la victoria parcial (0-1) tras el tanto del zaguero galo Laurent Koscielny mediada la primera parte y en el que incluso pudieron acrecentar su cuenta anotadora.
En la reanudación, los de Arsene Wenger parecieron entrar en barrena, incapaces de trenzar jugada de ataque alguna. Además, la expulsión por doble amonestación a Djourou, mermó el potencial defensivo de los londinenses, que comenzaron a sufrir más de la cuenta para guardar la victoria, que finalmente se les escapó a cinco minutos del final, cuando el inglés Sidwell hacía el empate a uno y cuando el incombustible Zamora anotaba un gol para darle el triunfo a su equipo.
