Los cuatro nuevos componentes del Consejo de Administración del Real Zaragoza, que fueron presentados el pasado 30 de diciembre, han decidido este lunes cesar de sus funciones debido a las desavenencias con el presidente de la entidad, Agapito Iglesias, que no querido ceder la «gestión total de la entidad», que era «condición imprescindible» para su presencia.
Así, Salvador Arenere, que iba a ser Consejero Delegado con plenos poderes, además de Carlos Iribarren, José Guillén y Fernando Rodrigo, responsables de las áreas Deportiva, de Control y Presupuestos y Económico-Financiera han decidido no continuar tras apenas diez días vinculados al club.
«Dado que era condición imprescindible para la incorporación del Consejero Delegado y nuevos Consejeros, la cesión total de la gestión de la entidad por parte del presidente, Agapito Iglesias, y entendiendo que esta cesión no se ha producido ni es fácil que se produzca en el futuro debido a las diferentes maneras de entender la gestión por ambas partes, hemos decidido no continuar, cesando en nuestras funciones», anunciaron en un comunicado.
De esta forma, y aunque «agradecen» al presidente Agapito Iglesias la «confianza depositada» en ellos para incorporarles «al proyecto de salvación», dejan la entidad, sumida en una complicada crisis institucional y deportiva, colista, a siete puntos de la permanencia.
Tras esta decisión, obviamente, este lunes no se presentará el organigrama del club, según se había anunciado, y tampoco efectuarán ningún tipo de declaraciones. «No deseamos perjudicar la buena marcha de nuestro querido Real Zaragoza. Deseamos manifestar nuestro agradecimiento a las peñas y a la plataforma Salvemos al Zaragoza, por toda la atención prestada y les rogamos que sigan apoyando a nuestro querido equipo», añaden en su nota.