El director de relaciones institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, ha reconocido que aunque el conjunto blanco se puso «por delante» en el marcador de la ida de los cuartos de la Copa del Rey con el gol de Cristiano Ronaldo, posteriormente los pupilos de José Mourinho «no» fueron «capaces de aprovechar» sus «armas».
«Estamos un poco tristes. En tres de cuatro partidos nos hemos puesto por delante, en apariencia buena noticia, pero no hemos sido capaces de aprovechar nuestras armas, que las amortigua el Barcelona. Ellos dominan todos los registros, juegan muy bien la pelota y para recuperarla, tienen un gran compromiso colectivo», comentó ‘el Buitre’ en declaraciones a Canal+, recogidas por Europa Press.
Además, el dirigente blanco quiso destacar que el FC Barcelona metió «un gol a balón parado», en una suerte «que se supone» que a los madridistas se le «da bien». «Estamos ante un gran equipo. Hay que reconocerlo y seguir luchando», indicó.
Pese a la derrota, Butragueño observó ciertas diferencias respecto a otros ‘clásicos’, como que en el «primer tiempo» a los blaugranas les costó mucho más «controlar» el juego.
«No hemos defendido mal. Hemos sujetado a Messi, a pesar que dio un extraordinario pase a Abidal. Arriba son muy peligrosos, sin tener grandes ocasiones, aunque Iker detuvo una. Nada más empezar la segunda parte, el gol nos ha hecho mucho daño. Todos sabemos que el Barça, con marcador favorable, mata el partido cuando empiezan a tocar», apuntó.
Pese a un nuevo triunfo de los blaugranas sobre los blancos, el director de Relaciones Institucionales del club de Concha Espina confía en encontrar «la fórmula» para doblegar al conjunto catalán, aunque reconoció que «de momento» les «ha costado».
«Este año, en la Supercopa, aunque al final perdimos, esto no es el fin del mundo. Estamos en enero, aún queda todo lo importante de la temporada. Es verdad que no lo esperábamos, pero somos un club acostumbrados a ganar y nos levantaremos», señaló.
Respecto al pisotón de Pepe sobre Messi, Butragueño comentó que debido a «la tensión y los nervios de todo lo que está en juego» no resulta «fácil» que los jugadores se puedan «controlar». «Es un hombre apasionado y ha pasado. No es lo ideal, pero dentro de la tensión de un partido, a veces puede suceder», concluyó.
