El Mirandés ya tenía conquistado el corazoncito futbolero de España con su camino meritorio en la Copa del Rey
El respeto se gana, el miedo se impone. Y como subraya el diario ‘El País’, el Mirandés se lo ha ganado todo al mismo tiempo.
Es más que un equipo, es la representación máxima del sueño del que nadie quiere despertar, Es la ambición personificada.
Capaz de derribar el muro del Espanyol en el último suspiro, con el último aliento, con un cabezazo de Cásar Caneda que puso Miranda en pie.
Ahí iba un equipo que ha hecho de la anécdota una realidad constante.
En el descuento, agotado, casi deshecho, encontró el camino de la semifinal cuando se antojaba un brusco despertar.
TODO CORAZÓN
El Mirandés ya tenía conquistado el corazoncito futbolero de España con su camino meritorio en la Copa del Rey. Después de dejar en la cuneta al Villarreal y al Racing de Santander, recibió el varapalo de la ida de los cuartos de final contra el Espanyol al caer 3-2 en los últimos instantes de partido y sufrir la ignorancia de dos penaltis en área rival.
Pero en un giro de película y heroico, de los que convierten a la Copa en la competición más emocionante, el modesto Mirandés, único superviviente de Segunda B, remontó la eliminatoria con un 2-1 logrado en el minuto 93, cuando Caneda remató una falta lanzada por Pablo Infante, la estrella del equipo de la ribera del Ebro.
Infante, un empleado de banca que se hizo famoso tanto por sus goles (es el máximo realizador de la Copa) como por sus apuros para regresar a la mañana siguiente a su puesto de trabajo, ejemplifica la machada del Mirandés, que no se vino abajo con el gol de Rui Fonte para el Espanyol nada más comenzar el segundo tiempo.
El 0-1 obligaba al Mirandés a hacer dos goles, y eso fue lo que hizo. Infante igualó la eliminatoria y con todo el estadio de Anduva empujando en su noche más histórica, Caneda se lanzó con todo a cazar el remate ganador.
El Mirandés tiene un lugar en semifinales de la Copa del Rey, donde espera al vecendor de la eliminatoria entre Mallorca y Athletic de Bilbao.
MIRANDÉS, 2 – ESPANYOL, 1
Mirandés: Nauzet; Garmendia, C. Caneda, Corral, R. García; M. Martins, N. Garro (Lambarri, m. 56); H. Mujika (Borrell, m. 69), Iribas (Muneta, m. 73), P. Infante; y Alain. No utilizados: A. Murcia; y A. Blanco.
Espanyol: Casilla; Galán, R. Rodríguez, H. Moreno, Dídac; Forlín, Baena; Weiss, Albín (Thievy, m. 63), Romaric (Verdú, m. 73); y Rui Fonte. No utilizados: Edgar; J. López y C. Gómez.
Goles: 0-1. M. 47. Rui Fonte. 1-1. M. 57. Pablo Infante. M. 92. César Caneda.
Árbitro: Ayza Gámez. Amonestó a Garmendia, Weiss, Galán y Dídac.
Lleno en Anduva: 6.000 espectadores. Clasificado el Mirandés por el valor doble de los goles marcados en campo ajeno en caso de empate global (4-4).
