Michel escribió en Marca que Clemente andaba más preocupado de mejorar su hándicap en el golf que de entrenar
La relación que mantienen Michel, técnico del Sevilla, y Javier Clemente, entrenador del Sporting de Gijón, no es la mejor. Un claro ejemplo se dio en la última jornada de Liga, en la que se enfrentaron sus equipos y ellos no se saludaron ni antes ni después del partido. La culpa la tiene un artículo que escribió el exjugador del Real Madrid en la contraportada de Marca el 29 de abril de 2002.
En aquella época, Clemente entrenaba al Tenerife, que andaba por la zona baja de la clasificación con un claro riesgo de poder descender a Segunda División. Míchel, por su parte, ejercía de columnista de Marca, además de comentarista en Televisión española, y en dicha fecha escribió un artículo titulado «A Clemente ya no le interesa el fútbol», en el que no tenía reparos en sugerir en que el técnico de Barakaldo seguía viviendo de las ligas que ganó con el Athletic de Bilbao en la década de los 80 porque ya sólo le interesaba el golf: –Clemente no habla a Míchel por este artículo en MARCA–
«Clemente sigue subido en la Gabarra desde hace veinte años. Sus palabras sincronizan con sus hechos, es decir, vacíos. Pasa por no tener pelos en la lengua… para los demás, pero es incapaz de analizar su manifiesta impotencia como técnico obsoleto, asunto que han sufrido varios clubes en su mercenario peregrinar. Prefiere distraernos a todos. La lástima es que mientras Tenerife sufrirá por el posible descenso, él se dedicará a mejorar su hándicap en el único campo que le interesa: el de golf. Eso sí, desatará su lengua, pero de su fracaso ni hablar. En realidad no le interesa ni al propio Clemente».
El 29 de abril de 2010 el entrenador vasco admitió que aquel artículo había sido el detonante para que su relación con Míchel fuera «nefasta» e «inexistente»: –Clemente: «Mi relación con Michel es nefasta e inexistente»–
«Hace cinco años escribió un artículo sobre mí en el que me insultó y yo soy una persona muy sensible. Le respeto, pero no quiero tener ninguna relación. Cuando uno te insulta y miente con premeditación y alevosía es que te quiere hacer daño»