La final acabó siendo un himno al fútbol del Barça, un equipo que si está fino juega como los ángeles porque tiene a Messi, a Xavi e Iniesta, aunque en su adiós Pep castigó otra vez a Cesc de salida y me da que se quedó con las ganas de hacerlo con Piqué.
No hubo final, se acabó a los 24′. Cayó el Athletic porque acusó la gripe de Iturraspe y Ánder (salió luego), el gestor de la circulación y el enlace con Llorente, Susaeta y Muniain.
Y cuando intentó levantarse, Borbalán le birló un penalti por agarrón de Piqué a Llorente, esa vieja y negra historia proculé.
Como no hubo final, detengámonos en la previa de dos históricos españoles en la Copa del Rey, el titular de la impactante portada de ‘La Gaceta’ que fue la comidilla periodística de la jornada.
Como lo fue el emocionado canto del himno de Roncero en Punto Pelota, con esa portada en una mano y el corazón en la otra (¡un As este Tomás!). Porque sobre el Calderón estaban los equipos nacionales con más títulos, Barça (26) y Athletic (23).
Y sonó el himno extracorto como anunció este periódico y los patanes silbaron: en uso de mi libertad de expresión les llamo patanes y me acojo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua (española).
A estos no les tengo ninguna fe ni esperanza y se me acaba la caridad. Pero son menos, hagamos valer la libertad de expresión de la mayoría y al que no le guste, que le eche azúcar. O cicuta.
NOTA.- leer artículo original en ‘La Gaceta’